"Hay que tener un poquito de vergüenza".

La frase suena fuerte, más cuando la dice alguien que vivió del futbol y decidió retirarse simplemente porque ya no le llenaba, alguien como Sergio Ávila, quien hace unos cuantos años maravillaba al futbol mexicano como un desequilibrante mediocampista con una prometedora carrera.

Es un día entre semana en el Complejo Panamericano de Handball, en la Colonia San Rafael, y la Liga de Futbol Indoor enfrenta a veteranos de las Chivas y los Tecos. Ahí, entre los rojiblancos, aparece el "Gauchito", quien pasa sin demasiada celebridad entre ex futbolistas como Camilo Romero y Rodrigo Ruiz.

Ávila viste muy ajeno al común de los de sus compañeros. Lleva el pelo corto y bien peinado, usa mezclilla, camisa y zapatos. Parece un estudiante y no un futbolista. En unos meses concluirá su carrera de arquitecto.

En 2012, luego de un par de operaciones en la rodilla izquierda, decidió decirle adiós al futbol a los 25 años, con todo y que clínicamente tenía el alta par volver a competir al máximo nivel. Se lesionó por primera vez en 2009 y su futbol no volvió a ser el mismo.

Hoy confiesa que el tema de su retirada no pasó por su recuperación, sino porque se le acabaron las ganas de jugar y encontró otra pasión.

"No pasó nada, me ves ahora jugar y no pasa nada, simplemente, me entró un poquito la vergüenza y la pena de dar buenos resultados, a pesar de que nosotros tachamos mucho a los directivos, a la gente que está detrás del futbol", comentó el "Gaucho".

"Hay que pensar que es una empresa y que nosotros como jugadores tenemos que entregar ciertos resultados, entonces, hay que tener un poquito de vergüenza y pena, y ver lo que se está haciendo bien y mal".

Su último partido en Primera División fue el 30 de abril de 2011, cuando jugaba para el Querétaro. Después se fue a La Piedad, en la Liga de Ascenso, donde finalmente desapareció del mapa futbolístico.

"Cuando las cosas no se están dando, también de uno, no necesariamente los patrones te tienen que correr, simplemente, uno tiene que hacerse hacia un costado y no pasa nada", reiteró.

"Te mentiría si te digo que no (me costó retirarme), claro que es difícil, porque te dedicas mucho tiempo a ciertas cosas que haces, pero con el tiempo... además, hay cosas que me apasionan, una de ellas es la arquitectura y estoy muy tranquilo, me ha ido muy bien".
El relato se da luego de concluir su partido de futbol indoor, mientras algunos fans lo reconocen y lo saludan.

"Ahora estoy dedicado por completo a la arquitectura, ya en febrero me gradúo como arquitecto y en eso estamos ahora. Hay que tener un poquito la fuerza para dejar de lado el futbol también y a final de cuentas ver lo mejor para uno".

Pero lo que bien se aprende, nunca se olvida, en la cancha el "Gaucho" todavía emociona con sus jugadas y se nota que tiene calidad; por eso llamó la atención que su adiós se dio sin reflectores, cuando Jorge Vergara lo nombró como el sucesor de Adolfo Bautista.

"Esto es 100 por ciento diversión, hice muy buenas amistades en el futbol, sinceras, gente que, independientemente del futbol, son muy buenas personas, que me apoyaron cuando estuve y ahora también, se les debe mucho a ellos y, más que nada, es venir con los amigos", dice.

La vida sin el futbol

Estudiante de arquitectura en la UAG, donde cursa el último semestre, Ávila dice tener otra visión de la vida.

"El estudio y la preparación de las personas va un poquito más, se abre un poquito más la mente, de veras que te das cuenta de la verdad, de cómo vive la sociedad, hay que sincerarnos y, si uno no estaba pegando por ese lado (del futbol), dar la vuelta y buscar por otro lado", explicó.

El futbol le abrió las puertas a muchas cosas y, ahora como una persona común, se da cuenta que hay que estar preparado para todo.

Tras su retiro, la directiva del Guadalajara continuó con sus estudios hasta que decidió tomar la carrera de arquitectura, de la cual dice no piensa alejarse.

"He invertido mucho tiempo y también dinero, la verdad, entonces, estoy muy contento con lo que hago y doy gracias a Dios en esta etapa de mi vida, está saliendo, es una cosa que me apasiona", detalló.


Conózcalo

Sergio Gabriel Ávila Valle
Fecha de nacimiento: 2/sep/85
Edad: 29 años
Lugar: Irapuato, Gto.
Estatura: 1.68 m.
Debut: 1 de mayo de 2005
Clubes: Guadalajara, Querétaro y La Piedad