| | José Manuel de la Torre fue auxiliar de Manuel Lapuente durante el título del América en el Verano de 2002.
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| | Las Águilas invirtieron más de 150 mil dólares en la preparación del 'Chepo'.
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José Manuel de la Torre, el entrenador que tiene la misión de salvar a Chivas del descenso y de llevarlas a ganar el Clásico de este sábado, es producto de la escuela del América.
Antes de tomar por primera vez las riendas de un equipo de Primera División, el "Chepo" dio sus primeros pasos en esta profesión como auxiliar de Manuel Lapuente en su primera era en el América, siendo parte del plantel que rompió la sequía de 13 años sin título de las Águilas en el Verano 2002 cuando se impusieron en la Final al Necaxa.
También fue el brazo derecho de Mario Carrillo y Leo Beenhakker; incluso el holandés le entregó la responsabilidad de las Águilas en la Copa Libertadores cuando enfrentaron al Peñarol de Uruguay en el 2004 y también el Clásico ante Chivas, en un amistoso en Estados Unidos.
De la Torre fue uno de los hombres de confianza de Lapuente como jugador y por eso no tuvo empacho en tomarlo bajo su cobijo para dar sus primeros pasos como entrenador.
"'Chepo' es un hombre muy serio, disciplinado y entregado al trabajo. Nos tocó estar juntos en el América, ya lo había dirigido como entrenador y siempre fue un hombre que tuvo muy claros sus objetivos", reveló Lapuente.
En América sus responsabilidades crecieron al pasar del tiempo, pues a decir de los que lo trataron en aquellos años era un trabajador incansable. Antes de irse a Chivas, el "Chepo" fue coordinador de los equipos azulcremas de Segunda y Tercera División, además de la Nacional Juvenil.
"Es un hombre con mucha personalidad, que siempre tuvo la disposición para aprender y escuchar, que como jugador mostró carácter y como entrenador logró dos títulos", añadió Lapuente.
A pesar de que las Águilas fueron las que le invirtieron, para el 2005 aceptó la invitación que le hizo Xabier Azkargorta para convertirse en su brazo derecho con las Chivas, equipo al que terminó dirigiendo un año después.
José Manuel de la Torre no sólo aprendió cuestiones tácticas y estratégicas de Lapuente, del veterano entrenador también adoptó la pasión por el golf, deporte que hasta la fecha práctica.
Invierte el América US 150 mil en Chepo
De una semana a otra, el América vio cómo se esfumaba todo lo que le habían invertido a José Manuel de la Torre para formarlo como entrenador.
Una fuente consultada por CANCHA confirmó que entre 2004 y 2005 se invirtió poco más de 150 mil dólares en la preparación del Chepo, entre cursos en Europa y su estancia en el club.
Javier Pérez Teuffer, presidente de las Águilas, fue quien palomeó su ingreso al club, pues lo vio como un serio prospecto para crecer en el equipo y formarse como entrenador.
Cuando abandonó el equipo para probar suerte con las Chivas, el conjunto azulcrema ya era comandado por Guillermo Cañedo White.
América lo quiso en 2010
El tiempo cura las heridas y la memoria se hace endeble, por eso en el América, con Michel Bauer como presidente, en el 2010, se pensó en José Manuel de la Torre para tomar las riendas del equipo, que atravesó en aquellos años una de las peores crisis de su historia.
Jaime Ordiales, director deportivo de las Águilas en ese tiempo, reconoció que en los despachos de Coapa sabían que al finalizar el Torneo Bicentenario 2010, el entrenador Jesús Ramírez no continuaría con los azulcremas y tuvieron contacto con Chepo.
"Sí hubo un contacto, era una de las opciones más firmes, pero en cuanto ganó el título con Toluca, nos dimos cuenta de que no lo iban a dejar salir de Toluca", reveló Ordiales.
De la Torre se coronó el 23 de mayo de aquel año en una dramática definición por penales ante Santos Laguna, tras un global de 2-2. América fue precisamente su primer escalón a la gloria, y quedó fuera en Cuartos de Final, tras un 4-2 global.
En la cancha, siempre chiva
Toda su formación como futbolista se dio en Guadalajara, lugar donde nació.
Debutó con las Chivas a la edad de 19 años y fue en la temporada 1986-87 cuando se coronó campeón con el Rebaño Sagrado, de la mano de Alberto Guerra.
También jugó para el Puebla, obteniendo el título con Manuel Lapuente como entrenador en la temporada 89-90. Jugó para Universidad de Guadalajara (1993-1994) y con el Necaxa en el Torneo Invierno 1998.
En 1988 se internacionalizó al ser fichado por el Real Oviedo de España, donde estuvo una temporada.
Era un jugador de una técnica depurada que nunca pudo jugar una Copa del Mundo, pues en 1992 se vio envuelto en el escándalo de los esquiroles. |