Cruz Azul regresará a casa con mucha vergüenza tras terminar cuarto en el Mundial de Clubes.

Así lo definió Francisco Javier Rodríguez minutos después de la caída en penales al son de 4-2 (tras el 1-1 en tiempo regular) frente al cuadro neozelandés Auckland City este sábado en Le Grand Stade de Marrakech.

Mauro Formica voló su disparo desde los 11 pasos, mientras que Ismael Valadez lo entregó justo al portero. Hasta en eso desaprovecharon los cementeros, ya que fueron los neozelandeses los primeros en fallar por conducto de su capitán John Irving.

A La Máquina la abandonó la intensidad. En un equipo en el que cinco jugadores ya saben que no continuarán y dos más están con la incertidumbre, el resultado fue una caída más en el torneo en Marruecos.

Después de la zarandeada que le puso el Real Madrid, el Cruz Azul arrancó este partido mareado. Apenas al primer minuto, el "Maza" ya había perdido un balón en la salida y Fabrizio Tavano estuvo cerca del gol.

Los representantes de Oceanía pusieron amor propio en el partido y tuvieron su recompensa en la compensación del primer tiempo, cuando un pase largo de Emiliano Tade llegó a la ubicación de Ryan de Vries, quien superó al lateral izquierdo Alejandro Vela y venció a Jesús Corona en el mano a mano.

Pero parecía que La Máquina requería esa bofetada para reaccionar. En el segundo tiempo, con el ingreso de Christian Giménez por Xavier Báez, los celestes fueron amos de las acciones. Su mejor jugador, Joao Rojas, consiguió la igualada al 56' tras meter un riflazo, aprovechando que el balón le quedó a modo luego de un cabezazo de él mismo y que en primera instancia había sido rechazado por Irving.

Al club mexicano le faltó fuerza para doblar a los de Oceanía. El duelo se fue a penales y ahí el Auckland City fue más certero y se llevó el medio millón de dólares en juego, que se acumulan a los dos millones de dólares que ya tenían garantizados por disputar esta instancia.