En menos de una semana, Arturo González dejó de ser oficialmente coach de Tomateros de Culiacán y de Sultanes.

Y en un lapso de tres días, Derek Bryant pasó a ser manager de Monterrey y de Hermosillo. Ayer comenzó a dirigir a los Naranjeros.

González, quien tenía cuatro décadas con los Sultanes en la Liga Mexicana de verano, asumió con tranquilidad los recientes acontecimientos.

"En la familia se pusieron tristes por esto", confesó ayer Arturo, "pero les digo que a todo mundo se nos acaba el ciclo.

"Lo bueno es que hay trabajo. Uno puede ir a otros equipos como coach de pitcheo, pero la finalidad es seguir con la organización de Monterrey".

El máximo ganador de todos los tiempos de los Sultanes no se escapó de la limpia realizada por la directiva al cuerpo técnico del 2014.

Para su fortuna, será reasignado en el club regio y cumplirá labores como instructor en el programa de desarrollo de novatos.

El manager Miguel Flores, así como los coaches Rafael Castañeda y Daniel Espino también fueron removidos de sus puestos y Alfredo Meza será ahora instructor de catcheo del club.
González, de 59 años, mostró su lealtad y dijo que con gusto transmitirá sus conocimientos a los novatos para mejorar la mecánica de lanzar y desarrollar sus facultades.

"Y si me necesitan (otra vez como coach de Sultanes), me regreso rápido", aseguró.

"El Rey Arturo" consideró que al ser despedido como coach de Culiacán, quizá cerró su ciclo en la Liga del Pacífico.

Explicó que los Tomateros lo corrieron por una decisión que no tomó él, sino el manager Benjamín Gil, al reincidir en usar al relevista Ricardo Gómez como cerrador y falló el domingo pasado.