El defensa de Tigres, Hugo Ayala, reveló que se fracturó el maleolo durante la Ida de la Final de la Libertadores.

Anoche fue, primero, Rafael Sobis con su cabezazo y, después, Jurgen Damm, quien quiso burlarse al portero cuando debió definir de primera, los encargados de que el juego de ida de la Final de la Libertadores terminara 0-0.

Los felinos no pudieron tomar ventaja en el Universitario y si quieren conquistar América tienen que ganar el próximo miércoles en el Estadio Monumental.

Anteriormente, en la Fase de Grupos, Tigres vencía 1-0 a River en Argentina y terminó el juego 1-1 y, después, en el Uni, ganaba 2-0 y finalizó el partido 2-2.

A pesar que el calor y el entorno estaba a su favor, el equipo felino no fue punzante como en la Semifinal y no pudo hacerle daño a los de Núñez, que no contarán en la vuelta de la Final con Gabriel Mercado por acumulación de tarjetas amarillas.

Tigres no recibió gol, pero el rival sí le asestó un duro golpe anímico al salir vivo de Uni, que no pesó como en otras ocasiones.

Al equipo del "Tuca" le faltó profundidad y extrañó a Javier Aquino, pues sin él perdió poder al frente y André-Pierre Gignac se vio solo, huérfano, por más que luchó y trató.

La dupla de centrales de River integrada por Jonathan Maidana y Ramiro Funes Mori controlaron bien al francés y a Sobis.

El primer tiempo tuvo una lucha de poder a poder por el control del balón. River empezó mejor, pero tuvo suerte de no irse al descanso perdiendo.

El equipo millonario salió a achicarle la cancha al Tigre, lo presionó en la salida, le quitó el balón, lo dominó los primeros minutos, pero no le hizo daño.

La llegada más clara del primer tiempo la tuvo Sobis.

Damm tomó el balón por la derecha, se quitó a un defensa con dos fintas y sacó un centro que el brasileño cabeceó a las manos del portero Barovero.

Cuando Tigres jugaba mejor, el árbitro paró el duelo para que los jugadores se rehidrataran, ante el abucheo de la afición y las protestas de los jugadores felinos.

Tras la pausa, el partido continuó, pero el marcador no se movió y así terminaron los primeros 45 minutos.

Para el segundo tiempo la tónica del juego fue igual: River empezó atacando, pero con el transcurso de los minutos Tigres fue tomando el control, aunque con pocas llegadas claras de gol.

Al minuto 83 tuvo el gol del triunfo, pero Damm falló.

Jesús Dueñas le filtró el balón al delantero, quien entró al área solo y pudo disparar, pero no lo hizo.

Damm quiso burlar al portero, que no se fue con la finta del atacante felino, quien se abrió a su derecha para sacar el disparo, pero se cerró el ángulo y sólo le quedó centrar.

Funes Mori estaba atento y reventó el balón. Se acabó el peligro.

Los cuatro minutos de compensación se fueron como agua y el juego terminó en medio de una fuerte ovación de la afición.

El final fue colorido, con juegos pirotécnicos que redondearon un gran torneo de su equipo, pero el resultado pegó en los hinchas, quienes en silencio, pero con ilusión, abandonaron el Uni, que anoche no fue un volcán en erupción.