Otra vez se le negó a Tigres la gloria de un título. Una más en la era de Ricardo Ferretti.

No hubo hazaña, ni "Aztecazo".

Sólo quedaron sueños frustrados de ir a Japón y de lograr el primer campeonato internacional para los felinos que anoche perdieron 2-1 (4-1 global) ante el América en la vuelta de la Final de la Concachampions.

El considerado mejor plantel de México volvió a achicarse en el Estadio Azteca y para el "Tuca" significó la tercera Final perdida en el último año y medio, dos ante las Águilas (Liga y "Conca") y otra contra River Plate en Libertadores.

Cuando más fuertes se veían los felinos y tras ir ganando el juego con gol de André-Pierre Gignac, el técnico del América, Ignacio Ambriz, metió al campo al verdugo felino Michael Arroyo, y éste respondió.

Con apenas tres minutos en la cancha, el ecuatoriano recibió un balón pegado a la banda, encaró a Israel Jiménez, fintó a Hugo Ayala y a Juninho para abrirse un hueco y clavar su disparo en el rincón de Nahuel Guzmán para empatar el partido al minuto 68. Eso mató psicológicamente a los Tigres.

Fue la segunda vez que Arroyo rompió la ilusión de un título para los Tigres; hace un año y medio lo hizo en la Liga y anoche lo repitió en la "Conca".

Con el triunfo, el América regresará al Mundial de Clubes y sumó su séptimo campeonato de Concacaf, además confirmó una brillante etapa del presidente azulcrema Ricardo Peláez, quien sumó 4 títulos en los últimos 3 años con 4 entrenadores diferentes en el nido.

Para Tigres, su técnico Ferretti puso su récord de Finales del 2010 a la fecha en 3 coronas: Apertura 2011, Copa MX Clausura 2014 y Apertura 2015, y 3 subcampeonatos: Apertura 2014, Libertadores 2015 y Concachampions 2016. La primera la había perdido en el Invierno 2001.

En el juego, Gignac ilusionó a la afición felina con su anotación.

Era el gol que necesitaban los Tigres para seguir con vida y hasta el medio tiempo la apuesta estaba saliendo.

Para el complemento, el "Tuca" regresó a su once tradicional al meter a Jurgen Damm por Damián, pero el cambio que le dio rumbo a la Final fue el de Ambriz, quien al ingresar a Arroyo, el sudamericano logró el empate.

Tigres pudo regresar a la serie, pero el recién ingresado Fernando "Queso" Fernández desperdició una clarísima oportunidad al vaciar un cabezazo frente a la portería al 74'.

A cinco minutos del tiempo reglamentario, Ayala derribó dentro del área a Miguel Samudio para que el árbitro decretara un penal que cobró con coraje el ex rayado Osvaldo Martínez para el 2-1 definitivo.

Al final, en los futbolistas felinos se apreció el dolor de la derrota, sin embargo, mostraron profesionalismo al felicitar a los jugadores del América, que antes de celebrar se hincaron para rezar por el título.

Los Tigres hoy regresaron a la Ciudad con las manos vacías, la tristeza encima y, sobretodo, la presión de tener que reponerse porque el sábado tienen un compromiso de vida o muerte en la Liga.