La Selección Mexicana es una pasarela de futbolistas en la última década.

Desde que finalizó el proceso de Ricardo La Volpe y hasta la convocatoria de ayer de Juan Carlos Osorio, han sido llamados al Tri 184 futbolistas y casi la mitad, 91, no suma 10 partidos.

Son flor de un día, jugadores que no logran consolidarse en el equipo, echar raíces, ser parte fundamental de los procesos técnicos.

En esa lista están elementos como Rogelio Chávez, Iván Estrada, Arnhold Rivas, Santiago Fernández, Emmanuel Cerda, Manuel Pérez, quienes tardaron más en ponerse la casaca tricolor que en despedirse de sus trayectorias como seleccionados, al sumar apenas un duelo.

Otros casos aún más desafortunados son los de Édgar Mejía, Juan Carlos Mosqueda, Alejandro Palacios y el naturalizado Lucas Lobos, quienes nada más se sintieron seleccionados en los entrenamientos.

El DT Juan Carlos Osorio gusta de darle oportunidad a los jóvenes y para los partidos contra Nueva Zelanda y Panamá convocó a Rodolfo Cota, Hedgardo Marín, Luis Robles y Jordan Silva, ninguno de ellos con experiencia en el Tri Mayor.

En su anterior convocatoria tomó una decisión similar al darle la oportunidad por primera vez a Ángel Sepúlveda, Ángel Zaldívar y Martín Barragán.

Muchos jugadores pasan por la Selección Mexicana, pero pocos se consolidan.

Dentro de esos 91 futbolistas que no llegan a la decena de partidos hay algunos que lucen con grandes posibilidades de superar la cifra: Israel Jiménez (9 partidos), Eduardo Herrera (9), Hirving Lozano (8), Isaac Brizuela y Yasser Corona (7), Rodolfo Pizarro y Alan Pulido (6), Carlos Salcedo (5), Jürgen Damm (4) y Alfonso González (3).