Rubén Omar Romano no se reunió ayer con Eduardo de la Torre, director deportivo del Cruz Azul, pero está puesto por si le llaman.

El técnico argentino aseguró que no ha platicado ni con el "Yayo" ni con el presidente celeste Guillermo Álvarez, pero tras la salida de Tomás Boy, ve la oportunidad perfecta para volver por su revancha.

"Coincidimos en un restaurante, comí solo, con el dueño del restaurante; en otra mesa estaba el 'Yayo', en otra mesa estaba el representante Gerardo Olvera y yo no hablé con ninguno", explicó Romano a CANCHA.

"Están inventando, no, no, no me reuní con ellos. No lo vi (al "Yayo"), lo vi cuando se iba de lejos pero no lo vi".

El entrenador reconoció que quisiera ir a La Máquina, en donde vio frenado su proyecto tras ser secuestrado.

"Siempre dije que algún día me gustaría regresar a Cruz Azul y no sé si es ahora el momento pero sí, es un club que me dejó muchas cosas, fue un cambio en mi vida, por el evento que sucedió personal y que lamentablemente por ese evento, no se pudo continuar con ese evento", apuntó.

"Más allá de que hicimos una temporada muy importante, más de 60 puntos en los dos torneos, llegamos a una Semifinal pero bueno, hoy por hoy, nadie ha hablado conmigo y a esperar".