El Hijo del Santo recordó cómo eran los cumpleaños con su padre. FOTO: José L. Ramírez

A El Santo le gustaba celebrar sus cumpleaños degustando sus guisos preferidos, que le preparaba su esposa, pero apenas con una velita en el pastel.

En el homenaje a Rodolfo Guzmán Huerta por el centenario de su natalicio, así recordó El Hijo del Santo los festejos de su padre, quien, asegura, no quería envejecer.

"Hoy son 100 años. A esta edad, me imagino, sería un viejecito muy guapo, pero él no quería ser viejito", comentó El Plateado sobre el hecho de celebrar el centenario de Guzmán Huerta, quien fue recordado en esta ciudad que lo vio nacer el 23 de septiembre de 1917.

Fue un homenaje al pie de la estatua del legendario luchador, quien venció a los más grandes gladiadores en el ring, se convirtió en superhéroe en las historietas y en paladín de la justicia en sus películas.

Y justo por la relevancia que tiene esta ciudad para El Hijo del Santo es que anunció que enriquecerá el acervo del museo dedicado a su padre.

"Quiero involucrarme más con Tulancingo y hacer realmente un museo digno para mi padre, con objetos que pertenecieron a él", aseguró en entrevista.

"Estoy muy contento porque hay una idea gastronómica para todos los restaurantes de Tulancingo, que es tener el platillo de El Santo, El Hijo del Santo y Santo Jr.", adelantó el gladiador.

También desea impulsar más lucha libre en esta ciudad, pero aclaró que la función que iba a rematar las actividades del fin de semana del centenario fue aplazada para el jueves, por respeto a las víctimas del terremoto del 19 de septiembre.