El idilio de la afición de las Chivas con Aldo de Nigris tuvo este miércoles una fuerte fractura.

A pesar de que el Guadalajara derrotó 2-1 al modesto Zacatepec, las poco menos de mil 500 personas que acudieron al Omnilife se metieron con el delantero.

Sobre todo después de que tuvo una opción clara de gol al minuto 41 que dejó escapar con un remate de cabeza descompuesto, sin marca y frente al portero.

A diferencia de la Liga, en la que perdió el puesto y no había tenido opciones de gol, anoche De Nigris intentó moverse en la punta y tuvo dos oportunidades de anotar, pero demostró que no pasa por un buen momento.

"Se pierde un poco la confianza dentro de la cancha en cuanto a eso, en el delantero (lo de los abucheos) es normal, te miden por goles y no hay goles", reconoció De Nigris.

El atacante no le recriminó a la gente, por el contrario, buscó tocar más pelotas, aun cuando eso significaba que las reprimendas de la tribuna baja.

Giovani Hernández, un volante, en un par de minutos (17' y 18') anotó los goles del triunfo; el cuadro cañero acortó distancias por medio de Julio Pardini (31').

Al 67', De Nigris salió del partido y el castigo de la tribuna volvió hacia él.

El DT, Carlos Bustos, le dio una palmada y la mano para animarlo, pero De Nigris, en tono molesto, le dijo que no quería salir.

"Yo quería seguir jugando para seguir teniendo ritmo, pero me dijo que también era pesado porque he ido a todos los viajes y he jugado todos los partidos; por lo mismo que uno quiere estar, quiero hacer gol, pero ya en frío, viendo las cosas mejor, hay que trabajar", aceptó.