La historia de Jesús Mena como cabeza del deporte nacional terminó hoy.

Alfredo Castillo, ex Comisionado para la Seguridad en Michoacán, es el sucesor del medallista olímpico de Seúl 88 en clavados, en la dirección general de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).

El cambio, por instrucciones del Presidente Enrique Peña Nieto, ocurre cuando falta una semana para el arranque en Monterrey de la edición 20 de la Olimpiada Nacional y a 85 días del arranque de los Juegos Panamericanos de Toronto.

El secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, tomó anoche protesta a Castillo, jugador de pádel, aficionado al futbol y admirador del técnico Pep Guardiola, pero sin experiencia en algún cargo de la administración pública vinculado con el deporte.

Castillo es el segundo político de carrera que llega a la dirección de la Conade sin una trayectoria como deportista o entrenador en el alto rendimiento a nivel internacional, después de Bernardo de la Garza.

Llegó al Top Ten del ranking nacional de pádel y fue preseleccionado para el Mundial del año pasado, al que no asistió.

Mena ya había pedido licencia indefinida a la Conade "por motivos personales" el 10 de septiembre pasado, pocos días después de la llegada de Carlos Acra como subdirector general por instrucciones de Chuayffet.

Pero ocho días más tarde, el ex clavadista regresó a las oficinas de la dependencia en Villas Tlalpan, con los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz en puerta.

Con Mena al frente de la Conade, México fue relegado al segundo lugar del medallero en los JCC celebrados en casa en noviembre pasado, y en febrero se perdió la sede del Mundial de Natación que Guadalajara tenía para 2017 por falta de presupuesto.

El relevo implica cambios en áreas estratégicas para el deporte de Alto Rendimiento, como la Subdirección de Calidad para el Deporte, que hoy mismo dejó Othón Díaz.