El América tocó fondo en cuanto a indisciplinas y ahora quiere cambiar su actitud.

La primera muestra que dieron de este cambio que desean que opere en cada uno de sus jugadores fue en el encuentro pasado frente a Chiapas, donde el equipo se fue en blanco; no hubo tarjetas rojas ni amarillas.

Las Águilas se habían convertido en el cuadro más castigado del torneo, en 11 fechas les habían disparado 37 cartones amarillos y ya sumaban cuatro rojas, que habían significado bajas considerables con Paolo Goltz, Darío Benedetto y su capitán, Rubens Sambueza, quien se fue en dos ocasiones.

Este punto colapsó y la directiva tomó cartas en el asunto para ponerle fin de manera tajante.

"Buscamos revertir esta situación, que no se vuelva a presentar y tratar de corregir todos los errores que cometimos en el pasado", comentó Ricardo Peláez, presidente deportivo del equipo.

Se viene el cierre del torneo y para el directivo es fundamental que se mantengan bajo está misma tónica, que inicien 11 y terminen 11, porque mencionó que no quieren dar ninguna ventaja en esta recta final.

"En definitiva queremos olvidarnos de ese aspecto (de la indisciplina), sabemos que es difícil, cuando el juego está caliente es complicado serenarse y mantener la cabeza fría, pero se puede", comentó.

El presidente de los azulcremas le ha pedido a sus jugadores que se dediquen a jugar, que es lo que les corresponde en la cancha, y a no a reclamar porque son situaciones donde no pueden incidir o hacer que se reviertan.

Esta mañana, las Águilas entrenaron a puerta cerrada, trabajando en aspectos físicos y sin poner tanto énfasis en lo táctico, tomando en cuenta que les faltan 8 elementos titulares.