Hace cuatro años, la clavadista Alejandra Orozco arribó a sus primeros Juegos Olímpicos cobijada por el manto de su relativo anonimato a nivel nacional, pero se fue de Londres 2012 como la segunda mexicana más joven en la historia en lograr colgarse una medalla olímpica.

Para Río 2016, la narrativa sobre Orozco es muy diferente. Ya no será la niña que acudió a la justa londinense sin presión en sus hombros y ahora su maleta va cargada de distintas expectativas.

Y ella lo sabe.

"En Londres estaba muy pequeña y no canalizaba lo que era esto pero con la medalla cambio mucho mi vida, aunque no para mal'', dijo Orozco, quien ganó la medalla de plata cuando tenía 15 años y 103 días.

Sólo es superada por la nadadora María Teresa Ramírez, quien ganó una presea de bronce en los 800 metros estilo libre de la natación de los Olímpicos de México 1968 cuando tenía 14 años y 70 días.

"En estos cuatro años he tenido muchos cambios físicos, mentales y deportivamente. Lo que más me enseña de un ciclo a otro es que tienes que crecer y cerrar ciclos, pero hay que hacerlo con ánimo y sin perder la mira en la meta, que para mí es Río'', afirmó Orozco, quien en Londres consiguió una medalla de plata en la prueba de clavados sincronizados de 10 metros al lado de su ídolo de la infancia, Paola Espinosa.

"Estar al lado de Paola me ayudó cuando empecé y me sigue ayudando a dar muchas cosas más''.

Orozco además competirá en plataforma individual.

"Tengo la meta, el sueño es el mismo que hace cuatro años y por eso entreno todos los días porque quiero estar de nuevo en el podio. Pero sé que todos los países quieren lo mismo, es algo muy complicado. Yo siempre he creído que no puedes asegurar nada porque en los Olímpicos se pueden dar las mayores de las sorpresas como fue mi caso donde nadie esperaba que pudiera ganar ni era la favorita, así que lo que queda es entrenar, hacer bien mis clavados y en el momento demostrarlo''.

Al menos por las clasificaciones mundiales de la FINA, Orozco se ve lejos de un podio olímpico en plataforma individual donde se ubica en el puesto 14 del mundo, pero en la sincronizada junto con Espinosa se ubican terceras del orbe y tienen todo para ser protagonistas.

Sólo la pareja China y la de Malasia están por encima de las mexicanas.

Es por eso que Orozco ahora sabe que la gente espera más de ella y la edad ya no puede ser utilizada como excusas en caso de fallar.

"Nunca pensé que mi sueño llegaría tan pequeña y ahora es complicado lo que la gente esperar lo que tú esperas cuando ya tienes una medalla en el cuello o en la mochila'', agregó Orozco.

"No es lo mismo querer dar buenos resultados y no conseguirlos, pero a mí lo que me caracteriza es que no me rindo y siempre trato de encontrar una solución a mis problemas hasta conseguir mi meta".

Esa meta es conseguir otra medalla olímpica, aunque ya no sea una niña.