¿Atlas? Sí, dramatismo sobre la hora. El sello parace que siempre va a perdurar. Los Zorros tenían en la bolsa el triunfo contra el Cruz Azul, pero el árbitro Fernando Guerrero les marcó un penal y empataron 1-1.

Nadie lo podía creer en el Estadio Jalisco, pero a final de cuentas, a los Rojinegros los dejaron vestidos y alborotados. Hubo lamento atlista y mucho. José Guadalupe Cruz se llevaba las manos a su cabeza en señal de que no lo podía asimilar.

Como un dulce a un niño, así le sacaron al Atlas la victoria. El colombiano Jaine Stiven Barreiro se equivocó y lo pagó caro. Los aficionados se querían comer vivo al silbante Guerrero.

Luego del amargo empate para la causa atlista, se quedaron en 10 puntos y ubicados en séptimo puesto de la clasificación.

El gol del Atlas fue obra del recién seleccionado al Tri, Cándido Ramírez, quien penetró por el sector izquierdo y luego de manera precisa le cruzó la pelota al también convocado, Jesús Corona.

Pero al 90, no podía ser en otro minuto, Barreiro pecó en su propia área y le regaló la igualada al técnico Tomás Boy, quien festejó como nunca al fundirse en un abrazo con su auxiliar Leandro Cufré, ambos ex rojinegros.

Francisco Silva tuvo la osadía y tomó la pelota para anotar desde los once pasos, ante un Jalisco desubicado, incrédulo resignado a que así es su ADN y que no lo podrán cambiar, ni aunque vuelvan a vender al equipo.

Por lo pronto, el "Profe" tendrá un par de semanas para seguir perfeccionando su sistema por el descanso de la fecha Fifa, mismo que hasta ahora le ha ayudado para calmar las dudas que se tenían cuando llegó, justo en el torneo del centenario.