Ante un lleno en su Cortijo Los Cavazos y con la presencia de familiares y amigos, el matador de toros en retiro Eloy Cavazos festejó en privado el 50 Aniversario de su Alternativa, que se cumple mañana 28 de agosto.

Para la ocasión el matador guadalupense lidió dos ejemplares de El Vergel, a los que les cortó cuatro orejas y un rabo y compartió el ruedo con sus compañeros de profesión José Alfredo Betancourt "El Chaval", avecindado en España, Enrique Garza, Isaac Leal y Juan Fernando González, quienes lidiaron otro ejemplar de la misma ganadería.

Como en las grandes tardes, el cortijo poco a poco se fue llenando y el murmullo de los invitados en los tendidos presagiaba una gran tarde de toros, bajo un clima muy agradable.

Tras el paseíllo Eloy tomó el micrófono, agradeció a sus invitados el estar presentes y dijo que si le era posible lidiaría un ejemplar para así festejar su aniversario y para que sus nietos lo vieran torear.

Luego salió "Compadre" por la puerta de los sustos y Eloy lo recibió con lances acompasados y templados. Brindó al publico e instrumentó una faena de las suyas, en las que no faltó el molinete y los muletazos a pies juntos y la figura vertical y erguida en el centro del ruedo.

Por momentos el diestro mostraba cansancio, pero siguió la faena entre gritos de ¡torero, torero!. Al entrar a matar pinchó en hueso antes de sepultar una ración entera de acero y ante la petición general, el juez Antonio Quiroga Escamilla, le concedió las dos orejas.

El segundo de nombre "Amigo", lo paró Eloy con el capote y enseguida lo compartió con sus compañeros invitados, Garza, Leal y Juan Fernando quienes tomaron turno para ejecutar una tanda cada uno de ellos, auxiliados en la brega por "El Chaval" quien hizo viaje especial desde España para participar al lado de su padrino.

Enseguida Eloy agradeció a algunos invitados como a su apoderado de toda la vida y segundo padre, Rafael Baez, al matador Joel Téllez "El Silverio", quien le prestó su capote de paseo la tarde de su alternativa, a su padrino José Doria, quien le construyó la casa para su mamá, al ganadero Luis Quijano, al ex Rector de la UANL, Jesús Ancer, al doctor Donato Saldívar y al empresario Julio Villarreal, entre otros muchos amigos que asistieron.

"No quisiera que terminara esta tarde. Ya descansé un poquito y les voy a torear otro torito", dijo antes de que se diera suelta a "Puerta Grande", otro bravo ejemplar que tampoco fue fácil y obligó al matador a echar el resto de sus facultades en otra gran faena.

A este lo mató al primer viaje y el cortijo se vistió de pañuelos blancos. Para Eloy las dos orejas y el rabo que paseó en la triunfal vuelta al ruedo en compañía de su nieto Jaime, quien al final tomó el micrófono para agradecer "estar acompañando a su abuelo".

Como recuerdo de esta tarde conmemorativa Eloy regaló libros autobiográficos, carteles originales de su última actuación en Las Ventas de Madrid y como punto final el capote y la muleta incluyendo el ayudado con las que ayer lidió sus dos astados.

"Es una dicha y con vida llegar a estos 50 años de alternativa y poder hacer lo que me gusta que es torear delante de toda mi familia, amigos y vecinos", dijo al final en entrevista.

"Sufrí mucho porque los toros se me hacían muy grandes, los compré desde hace tres meses y yo veía que engordaban y crecían más y me estaba preocupando mucho, pero Dios me ayudó, no sé de dónde saqué fuerzas y estoy muy contento. A mis 67 años estoy feliz de la vida y que mañana al amanecer pueda abrazar la gloria de lo feliz que voy a ser de mis 50 años que se cumplen mañana", agregó.

- ¿Qué palabras le dijo a su esposa Mary en su último brindis?
".... ya no me salen igual, pero le dije que gracias por acompañarme toda la vida en las buenas y en las malas. Tenemos 43 años de casados, soy muy feliz con ella, la quiero mucho y le prometí que nunca iba a volver a torear", reveló el matador guadalupense mientras la voz se le cortaba y las lágrimas parecía que le brotarían.

La fiesta continuó entre abrazos y enhorabuenas para el Maestro de Ciudad Guadalupe.