Si los Tigres jugarán como campeones el Clausura 2017 se debe en gran medida a un nuevo santo en el equipo y a que su ilusionista recuperó la magia en el momento justo.

De San Mateo a San Nahuel es como se lee ahora en la historia de los Tigres, luego de que "El Patón" Guzmán se agigantó en su arco para ser figura en los penales por segunda Final consecutiva.

En el olvido quedaron sus errores en el torne regular del Apertura 2016 ante León y Necaxa y cuando regrese de vacaciones será el dueño absoluto del arco felino y de los elogios de la afición que lo elevó en su grado de consentido cercano al de André-Pierre Gignac.

El ilusionista francés, con ayuda del hipnotista John Milton, despertó en la Liguilla al hacer seis goles, uno más que en el torneo regular, por lo que la afición espera que no se duerma de nuevo en este su cuarto torneo como tigre.

En año y medio en el futbol mexicano, Gignac ya lleva dos títulos de Liga, un campeonato de goleo y dos Balones de Oro, como Mejor Jugador y como Mejor Delantero, pero quiere más.

Sus 39 goles en Liga hablan por si solos, pero la buena noticia para los Tigres fue que el torneo pasado en su baja de juego, apareció Ismael Sosa como el goleador del equipo, con siete anotaciones en el torneo regular.

El delantero argentino fue el refuerzo bomba del torneo pasado y quiere seguir explotando, en vista que para este Clausura 2017 no fueron necesarios fichajes.

El plantel luce más que completo, porque si Javier Aquino y Jürgen Damm fallan por las bandas o se agotan en el esfuerzo de atacar y defender, Damián Álvarez y Luis Quiñones están puestos para desequilibrar.

También este debe ser el torneo en que Andy Delort demuestre la razón por la que la directiva peleó tanto su fichaje ya iniciado el torneo pasado. Ahora el francés va desde la Jornada 1 e incluso de titular ante las vacaciones de Gignac.