La detención de los cuatro aficionados del Atlas que presuntamente agredieron a policías de Guadalajara tras el juego contra Tigres fue apegada a derecho, decretó un juez penal, aunque podrán llevar su proceso en libertad.

Lo anterior no significa su libre absolución, por lo que seguirán siendo investigados por lesiones, pandillerismo, violencia en espectáculos públicos y delitos contra representantes de la autoridad.

El martes se llevó a cabo la audiencia inicial en la que se discutió si los oficiales tapatíos los arrestaron de manera legal; al considerar que sí, el juzgador desestimó otorgarles la prisión preventiva.

A cambio le estableció a cada barrista pagar una garantía de 10 mil pesos, ir a firmar al complejo penitenciario periódicamente y permanecer en el Estado.

Con dichas medidas cautelares se buscó garantizar su presencia en la próxima audiencia, que se llevará hoy a las 12:30 horas.

Apenas el lunes, el Comisario de Guadalajara, Salvador Caro, anunció que el Municipio ofrecería una recompensa de 20 mil pesos a quien proporcionara material gráfico sobre hechos violentos ocurridos el sábado en inmediaciones del Estadio Jalisco, donde cinco policías resultaron heridos; sin embargo, hasta ayer, no se habían entregado gratificaciones.