Lo que más le ilusiona a Enrique Ponce, a estas alturas de su carrera, es encontrar nuevos públicos que puedan disfrutar en su toreo de la magia y grandeza de la fiesta brava.

Ponce, una de las máximas figuras del toreo mundial, trasladará por primera vez su arte a la Plaza de Cadereyta, donde alternará el domingo con Arturo Macías y Hernán Ondarza, quien se despedirá de los ruedos, ante un encierro de Golondrinas.

"En España también lo estoy haciendo (torear en plazas chicas), a mí me resulta una parte romántica del toreo, no solamente estar en las ferias grandes.

"El torero, aunque sea figura, también puede ir a plazas menores, más pequeñas, donde también hay un público con la ilusión de verlo... Pienso que es una de las maneras de crear y hacer afición", expresó ayer el valenciano en entrevista telefónica.

Con la moral muy en alto, después de su triunfo en la Plaza México hace dos semanas en la despedida del "Zotoluco", Ponce aceptó con gusto actuar en destinos jamás visitados, como Lerdo, Durango, mañana; Cadereyta, el domingo, y Tlaquepaque, Jalisco, la próxima semana.

"Estoy en un momento extraordinario, debería decir que en el mejor momento de mi vida", externó el diestro de 45 años, "que mejor que ahora pueda presentarme en este tipo de plazas por el cariño que le tengo a la afición de México en general y espero cuajar grandes faenas".

A casi 27 años de haber tomado la alternativa, Ponce puede presumir de haber triunfado en los cosos más importantes del mundo.

Suma tres Puertas Grandes en Las Ventas, de Madrid. De la Plaza México basta decir que es el torero español que más ocasiones ha triunfado.

"Mientras me encuentre como me encuentro, bien, fuerte y con la ilusión que llenando mi alma para ofrecer ese sentimiento, aquí estaré... De momento no pienso en otra cosa más que en mejorar, en avanzar dentro de lo que es mi toreo", manifestó el valenciano.