| | El Estadio Cuauhtémoc tuvo ocupadas 41 mil 626 butacas de las 44 mil que tiene desde su remodelación.
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Mexsport |
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El Puebla no sabía lo que era jugar con estadio casi lleno, hasta que llegó Tigres.
El equipo felino comienza a ser imán de taquilla como lo son América y Chivas cuando van de visitantes, sin embargo los aficionados felinos fueron pocos ayer, apenas unos 600.
El Estadio Cuauhtémoc registró ayer una entrada de 41 mil 626 aficionados, cuando ante Jaguares habían ingresado 16 mil 254, 17 mil 115 contra Atlas, 10 mil 007 con Querétaro y 13 mil 338 ante los Rayados.
Ayer no hubo promociones especiales en la venta de boletos, los costos fueron de costumbre, 60 pesos en la zona alta y 150 en la zona baja.
"Sólo tres equipos llenan este estadio, América, Tigres y Chivas", dijo un taxista de nombre Samuel, que asistió al juego de ayer.
Otros factores que influyeron para la buena entrada son que el Puebla andaba enrachado con cuatro partidos sin perder y el cambio de horario del partido, pues se llevó a cabo a las 12:00 horas y venían jugando a las 18:00.
"Se debe al horario, el equipo está buscando el mejor día y horario para jugar y este pareció gustarle a la afición", dijo uno de los encargados de prensa del Club Puebla.
"Además, desde que el equipo empezó a sumar, la gente volvió al estadio".
El hombre más abucheado de Tigres en Puebla ayer es increíblemente el jugador que la gente va a ver, André-Pierre Gignac, quien se llevó una sonora rechifla al salir de cambio.
Otro que se llevó una abucheada y cánticos fue el arquero Nahuel Guzmán.
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