Los Sultanes están obligados a ganar en casa para seguir con vida. FOTO: Alejandro Garza

¡Ruido, ruido... ruiiidooo!

Para ponerle un hasta aquí a los Toros de Tijuana, los seguidores de los Sultanes necesitan sumarse masivamente hoy al equipo e impulsarlos al triunfo en el juego más importante de la Serie Final de la Zona Norte, a las 18:00 horas.

La presión de 20 mil o más aficionados en el Estadio Monterrey es la última esperanza para tratar de curar a unos Sultanes que llegaron en estado de coma a la Ciudad después caer jueves y viernes en la frontera.

"Es extremadamente importante el apoyo del público, los aficionados de Tijuana transmitieron mucha energía a sus jugadores, ahora le toca a nuestra gente hacer lo mismo con nosotros.

"Los scores (10-1 y 7-1) no reflejan lo que pasó en los dos primeros juegos, porque realmente fuimos competitivos y lo que ocurrió es que tuvimos dos innings malos", expresó ayer el relevista de los regios, Nick Struck.

Hace 22 años los Sultanes se quitaron una desventaja de 2-0 ante Reynosa en la Final del Norte, logrando tres victorias al hilo en el "Palacio Sultán" y otra en el Parque Adolfo López Mateos.

En aquel 1995 el público hizo su papel en las tribunas y apanicó a los Broncos desde el primer inning del tercer desafío de la serie celebrado también en domingo.

Édgar González (6-2), el único pitcher de los regios que ha vencido a los Toros en 11 partidos disputados este año, se medirá hoy a Miguel Peña (11-2), el máximo ganador de la escuadra de Pedro Meré en el rol regular.

González demandará una mayor producción ofensiva de sus compañeros. Agustín Murillo y Daniel Mayora no llevan hit y todo indica que el venezolano vaya a la banca hoy para que pueda jugar Leo Germán.

Miguel Peña, por su parte, es un pitcher zurdo que en ocasiones tiende al descontrol, por lo que no sería mala idea que los locales fueran más pacientes cada vez que se paren en la caja de bateo.

Lo de hoy es también una cuestión de dignidad para los Sultanes ante su más acérrimo rival en la actualidad y no se puede puede permitir otra humillación en casa.

La afición afición sueña una remontada de 2-0 en un Playoff como la que vivió en 1986 y 1995 en Finales del Norte.

Después de todo, querer es poder.