Marcha Pittsburgh con marca de 2-0 pero no ha podido honrar su potencial. FOTO: AP

Los Acereros llevan récord perfecto, pero su nivel de juego está lejos de serlo.

Llegan al partido de este domingo ante los Osos de Chicago sin anotar en la forma en que proyectaron hacerlo o forzando los intercambios de balón que quisieran.

"Nadie puede ser perfecto", dijo el pasador Ben Roethlisberger, "pero queremos ser tan buenos como podamos".

La ofensiva lleva cuatro touchdowns en dos juegos, ante Cleveland y Minnesota. La defensiva tiene una intercepción y un fumble recuperado.

Pero de nuevo, los Acereros (2-0) marcha invictos y tienen la mirada puesta en su primera aparición en el Súper Tazón desde 2010 y su primer título desde 2008.

La misión más a la mano es derrotar a los Osos (0-2), un equipo en reconstrucción.

Imposible pretender que es un partido dado cuando los Acereros se han caracterizado por sufrir derrotas ante equipos inferiores en el papel, como Tennessee, Chicago y Minnesota en 2013; Tampa Bay en 2014, año en el que Mike Glennon, actual pasador de los Osos, jugaba con los Bucaneros, los Cuervos en 2015 y las Águilas el año pasado.

Chicago tiene marca de 0-8 en septiembre con el entrenador en jefe John Fox. Con la visita a Green Bay del próximo jueves podrían ponerse 0-10.

Los Acereros, sin embargo, tienen foja de 1-12 ante los Osos en la llamada "Ciudad de los Vientos".

Le'Veon Bell suma 138 yardas totales a la ofensiva por Pittsburgh tras promediar 157 por juego en 2016.

El linebacker T.J. Watt no verá acción por los Acereros debido a una lesión en la ingle, lo mismo que el tacle ofensivo Marcus Gilbert, afectado por una dolencia en la corva.