Al América lo partió un rayo cuando daba el último paso a la Fiesta Grande.
Las Águilas dejaron ir una posibilidad de oro para clasificar a la Liguilla tras caer 1-0 ante Necaxa en el Estadio Azteca. La victoria le entregaba el pasaje a los azulcrema, pero la falta de puntería y un rival aguerrido le cerraron las puertas.
América se dio el lujo de mandar a la banca a Darwin Quintero y Oribe Peralta para darles descanso con la idea de verlos frescos en el duelo del próximo martes contra Cruz Azul, apuesta que Necaxa cobró muy caro.
Los Rayos fueron el sinónimo de orden total, se amarraron a la idea de Ignacio Ambriz, uno de los constructores de estas Águilas, y con argumentos para desestabilizar esas bases que ayudó a cimentar.
Nacho no se rompió la cabeza y cortó los circuitos por el camino de Matheus Uribe, imposibilitado de agregarse al ataque y más preocupado por tapar a Manuel Iturra.
Ante la falta de un distribuidor, un enlace como Darwin y un matón como Oribe, las referencias en ataque fueron mínimas porque Silvio Romero no recibía balones, Cecilio Domínguez lució errático y Alejandro Díaz quería pero no podía.
La confusión parecía despejarse cuando Miguel Herrera le dio entrada a Quintero en el 57', movimiento que le metió vértigo a su equipo y miedo al Necaxa.
Pero los Rayos soportaron la presión, controlaron al colombiano y a Peralta, quién también ingresó, al 72'. Los cambios no fueron la solución del "Piojo". En cambio Ambriz los utilizó para engañar al rival, tirar a su equipo para atrás y contragolpear, forma en la que lastimó al 80', con un cabezazo certero de Luis Pérez para poner el 1-0.
El mazazo fue grande porque la victoria que se pronosticaba para las Águilas. Se convirtió en una derrota que abre la lucha por la Liguilla. Además de ese sabor amargo por volver a caer en el Azteca, algo que no sucedía desde la Jornada 1 ante Querétaro.
De eso eran conscientes Peralta, Quintero, Herrera y compañía, hoy con pocas respuestas y más dudas. Tantas que Ambriz se ofreció para consolarlos al final del partido.
La primera oportunidad fue desperdiciada y la próxima será en la cancha del líder de la competencia, el Monterrey de Antonio Mohamed.
Antes habrá otro consuelo para los de Coapa. El duelo del próximo martes ante un Cruz Azul herido por su propio DT. |