La afición rojinegra cada vez muestra más su frustración con el equipo, aunque no han dejado de apoyar. FOTO: Renee Pérez

No hubo cánticos, ni banderas rojinegras para ondear en apoyo a los suyos. Aficionados de pie, brazos cruzados o con las manos en los bolsillos. Otros prefirieron ocupar sus asientos, pero todos permanecieron en silencio los primeros 10 minutos de juego.

Por segunda ocasión consecutiva, la Barra 51 del Atlas guardó silencio en protesta ante la mala campaña de los Zorros.

Contrario a sus entradas con alarde y colorido por la Zona Norte del Jalisco, las tribunas se poblaron de manera inusual en la parte central de ese espacio designado para ellos.

Transcurridos los primeros 10 minutos, se pusieron de pie, se agruparon, alzaron las banderas rojinegras, y al grito de "Atlas, Atlas", comenzaron las muestras de apoyo.

No ocurrió lo mismo con los jugadores del actual plantel, a quienes dedicaron el cántico: "Jugadores, jugadores. Jugadores de senil, por la camisa del Atlas, hay que ganar o morir".

Con el pasar del encuentro, los barristas continuaron con sus animaciones. Con la expulsión a Caraglio y el penalti señalado en contra, en el primer tiempo, arremetieron contra la tripleta arbitral de manera sonora.

El penal fallado por Stefan Medina, provocó el único festejo de la noche. Lo celebraron como una anotación, acompañados por el resto de los asistentes atlistas.

En el segundo tiempo no cesaron en gritos, pero su equipo no respondía en la cancha. Con el mismo grito dedicado a los jugadores, los despidieron al abandonar el terreno de juego con una derrota más a cuestas.

El Atlas, en el último lugar de la tabla general. Su grupo de animación, molesta, protestó a su manera.