• El estadounidense rompió la sequía más larga de su carrera. FOTO: José Luis Ramírez

Phil Mickelson regresó como sólo él podría haberlo hecho.

El golfista estadounidense dejó atrás una sequía de cinco años sin una victoria en el PGA Tour, al proclamarse campeón del WGC Mexico Championship.

El torneo se definió con un emocionante hoyo de desempate, en el que Mickelson se impuso a su compatriota Justin Thomas.

La última jornada del Campeonato Mundial disputada en el Club de Golf Chapultepec tuvo emociones al por mayor, y sirvió al mismo tiempo para dejar en claro que cuando los mejores golfistas del mundo conforman el field, la experiencia y la calidad siempre se imponen, por encima de las sorpresas.

La expectativa generada alrededor del líder del torneo, el indio Shubhankar Sharma, fue eclipsada por un viejo conocido como Mickelson.

"Lefty" se reencontró con su mejor versión cuando más lo necesitaba. Firmó una tarjeta de 66 golpes (-5) gracias a siete birdies y dos bogeys, con los que escaló al primer lugar del torneo.

Justin Thomas, quien venía de ganar el Honda Classic en un hoyo de desempate, repitió su actuación de la ronda previa con una vuelta de 64 (-7), no sin antes concretar un mágico último tiro en regulación, un águila de 119 yardas con el wedge que cayó atrás de la bandera del 18 pero regresó para meterse a la copa.

Mickelson y Thomas terminaron con 268 golpes (-16) y se fueron al Playoff.

El espectacular hoyo 17 del Club de Golf Chapultepec fue el escenario perfecto para el desempate que detuvo el tiempo para Mickelson, quien aprovechó un bogey de Thomas y embocó un par para volver a saborear un título a un lustro de su última victoria, en el Open Championship en 2013.

"Es una victoria muy significativa. No puedo poner en palabras los momentos tan duros que viví en los últimos cuatro años para regresar aquí, sobre todo porque sabia que tenía el nivel para competir. Es una victoria que me revitaliza", comentó.

A sus 47 años, Mickelson reconoce que los trofeos son cada vez más difíciles de llevar a su vitrina, pero esta tarde fue hombre de pocas palabras y muchas sonrisas.