Atletas sufren por altas temperaturas, ya que sangre lleva la energía a la piel en lugar de los músculos. FOTO: Archivo

La disciplina y constancia son básicas para ser un corredor eficiente, pero entrenar y competir en un clima caluroso sin una hidratación adecuada puede provocar molestias que inciden en el rendimiento y desencadenar graves problemas de salud.

Las altas temperaturas como las que se han registrado en las últimas dos semanas en la capital del País con un promedio de 27 grados, provocan que la sangre se concentre en llevar el calor de los músculos a la piel. Es decir que una cantidad menor de sangre está disponible para llevar nutrientes y oxígeno a los tejidos.

Estas repercusiones del calor en el organismo ocasionan que disminuya el desempeño físico, propiciando la aparición de espasmos y calambres, en especial en esos músculos que más están trabajando.

Si no se atiende esta condición, se genera agotamiento por haber un menor flujo de sangre en el cerebro, que se manifiesta con dolor de cabeza, mareos, náuseas, dificultad para respirar y/o aturdimiento.

En una situación extrema, la descompensación térmica propicia una elevación peligrosa de la temperatura corporal, por arriba de 40 grados Celsius, que afecta el sistema nervioso central y frena la sudoración, lo que eleva la temperatura del organismo y se propicia un colapso en el que la persona puede entrar en coma y morir si no es atendida oportunamente por un médico.

Es importante estar correctamente hidratado con líquidos que contengan electrólitos, ya que al transpirar se pierde una gran cantidad de sales. Por eso se debe consumir una bebida que contenga 200 miligramos de sodio para tener una rápida recuperación muscular.

Pero no sólo hay impactos en el organismo interno, producto de una deshidratación, también en su "armadura" ya que la piel también sufre estragos por el calor. Para combatir este otro embate del calor y el sol, se debe usar protector solar y usar ropa larga y ligera.

Córrele al calor

- Se estima que al menos un 75 por ciento del calor corporal que produce el ejercicio se disipa a través de la evaporación del sudor.
- Si al correr en clima cálido se presentan espasmos musculares o calambres, mareos, confusión, dolor de cabeza, falta de sudoración o enrojecimiento de la piel, se está empezando a manifestar el golpe de calor.
- Hidratarse antes, durante y después de correr ayudan a combatirlo. Si hace mucho calor, se debe beber más agua simple y fresca que bebidas rehidratantes.
- Entrenar muy de mañana, antes de que el sol caliente mucho el ambiente, o bien por la tarde o noche, cuando ya bajó la temperatura, son los mejores horarios.
- En estos días se debe evitar el pavimento caliente y los horarios del día en los que hace más calor, de las 11:00 a las 16:00 horas.
- Utilizar ropa ligera, de colores claros, que ventilen bien tu cuerpo y reflejen la radiación solar. Una gorra de una tela que permita transpirar el sudor de la cabeza, es lo ideal.
- Usar bloqueador solar en todas las partes expuestas, sin olvidar cuello, nuca y orejas.

TIPS

- Si alguien presenta síntomas de golpe de calor, se le puede ayudar colocándole bolsas de hielo en cabeza, cuello, espalda, axilas y piernas en lo que llega el auxilio médico.
- Los expertos recomiendan reducir el ritmo de la zancada y/o recortar la distancia que se correría en condiciones ideales si la temperatura es elevada.