Jesús Martínez decidió despedir a Ángel González, a pesar de que Daniel Ramírez aclaró que los 10 mil pesos solicitados por el visor eran para manutención.

El mandamás de los Tuzos señaló que, de cualquier manera, se había perdido la confianza en el buscador de talentos y no daría marcha atrás en su determinación.

Tras enterarse de la noticia, "La Coca" afirmó que se trataba de una injusticia y sólo es un pretexto para correrlo por las diferencias que había tenido con la esposa del directivo, Gabriela Murguía.

"Es una decisión injusta por muchas razones, esto es más un enfrentamiento muy difícil con su señora, yo no soy ningún títere, ningún arrastrado de nadie, soy una persona mucho más honesta que ellos, creo que eso está muy visto, la señora me agarró ojeriza, entonces creo que esa decisión es en parte la ruptura con la señora Murguía, que no está de acuerdo con mis conceptos.

"Es su club, son los dueños, ellos tienen la decisión, por mí no hay ningún problema. Es una decisión mal tomada, ellos saben lo que hacen, que Dios los bendiga. Ni modo, algún otro club creerá en mí, trabajo no me faltará, eso es seguro", dijo.

Explicó que las diferencias con Murguía, fue que quiso ponerle reglas para hacer el reclutamiento de jugadores.

"Es una persona que la enferman sus gentes y toma determinaciones que no le corresponden, pero como es la dueña tiene uno que disciplinarse", aseveró.

El visor se mantiene firme en la idea de demandar a Ramírez, pues no cree que se haya resarcido el daño.

"Sigue en pie, si él no se disculpa públicamente, esto continúa", apuntó.

González reconoció que se va triste de los Tuzos por la manera en que lo despidieron.

"Me voy triste porque ellos se están escudando en un estúpido que declara algo que nunca sucedió, de ahí se agarran, es su pensamiento contra el mío, me voy triste porque no tomaron en cuenta todo lo que les di, 15 años de mi vida, me entregué a capa cabal, no hay nadie que me acuse de nada", apuntó.