Durante muchas noches su nombre fue coreado y aplaudido, incluso hasta se vendían varias camisas con su apellido en la espalda, pero ayer, Federico Vilar fue un auténtico enemigo para la afición moreliana.

El ahora jugador del Atlas no tuvo un buen recibimiento en el Estadio Morelos, pues cada ocasión en que el portero participaba en el encuentro o aparecía en las pantallas de la casa de los Monarcas, la afición local se encargó de hacerle sentir su enojo por haber dejado al equipo hace dos torneos.

El tradicional grito altisonante en cada ocasión que despeja el portero visitante, abucheos y hasta recordatorios familiares se llevó el guardameta naturalizado mexicano en su primera visita al Morelos tras dejar al equipo hace 7 meses.

Mientras que el también ex Monarca Enrique Pérez no fue tan castigado por los seguidores purépechas, con Vilar las cosas fueron muy distintas a pesar de que el portero fue por muchos años el capitán e incluso les dio un título de Copa, que a la postre los tiene hoy en Libertadores.

Con Aldo Leao tampoco hubo malos tratos, pues el colombiano se quedó en la banca.

Vilar jugó del 2010 al 2013 con el cuadro michoacano, con el que vivió cosas importantes, y para el Clausura 2014 fue vendido al Atlas como parte de las primeras transacciones con Monarcas ya como parte de Grupo Salinas.