El "Chaco" es hoy un mexicano más y planea quedarse a vivir en el País, pero esto no hubiera sido posible si los Tiburones Rojos no le lanzan el anzuelo.

A 15 días del aniversario número 10 de su debut en México, Christian Giménez recibe este sábado con Cruz Azul al club que le abrió las puertas, el Veracruz, con quien se estrenó en Liga un 14 de agosto de 2004.

"Es especial (este partido) por el hecho de que es el equipo que confió en mí para traerme a México, hoy ya han pasado 10 años de que jugué en Veracruz pero no me olvido", explicó Giménez en entrevista.

"Tengo mucho cariño por la gente que realmente me trató muy bien, que me dio trabajo, si no fuese por Veracruz no sé por dónde andaría, estoy muy agradecido con eso".

Con 23 años, el mediocampista argentino desembarcó en el Puerto Jarocho procedente del Independiente, en donde jugaba tras haber debutado con Boca Juniors en 1998.

"Algo conocía del futbol mexicano, pero también me dijeron de que había un proyecto bueno, un proyecto nuevo, que el equipo había terminado último la temporada pasada y que querían ser protagonistas, y ya me habían tirado varios nombres de jugadores importantes que querían llevar", apuntó.

"Y tenía ganas, tenía ganas de cambiar de aires de Argentina, ganas de ver cosas nuevas, un nuevo reto, y aparte el primer torneo llegamos a ser superlíderes, con un equipo que realmente jugaba bien, con un grupo bastante sano, bastante bueno".

Junto a Cuauhtémoc Blanco, Kléber Boas y Walter Jiménez, Giménez llevó a los Tiburones Rojos a nadar en los primeros planos, al terminar líder con 35 puntos de aquel Apertura.

"Hoy, cuando voy en la calle, (me preguntan) '¿y vos dónde te tocó venir a jugar?, Al Veracruz, ¡ah! el Veracruz de Cuauhtémoc, de Kléber, de 'Lorito', de Pablo Quattrocchi, como que dejamos buena marca ahí", agregó.

"Pasaron 9 años y veo playeras del Veracruz de ese momento, y la gente en la calle recuerda al Veracruz del (Luis) 'Pirata' Fuente, de (Jorge) Comas, y después el Veracruz de Cuauhtémoc, de Kléber, del 'Chaco', y eso es muy bonito".

Su actuación con el conjunto jarocho significó el punto de partida para una extensa carrera, pues luego pasó al América, Pachuca y Cruz Azul.

Entre tantos recuerdos, el "Chaco" sabe que pronto tendrá que guardar los tachones.

"Quiero seguir respetando lo que me dio México, seguir dándole el profesionalismo, las ganas y el entusiasmo que siempre le doy y mantenerme bien", aceptó.

"El día que no esté bien, el día que ya no me sienta físicamente para decir puedo jugar, gracias México y me retiraré".

Tiburones bromistas

Christian Giménez tuvo en Cuauhtémoc Blanco a su mejor maestro para ponerle sabor a los entrenamientos de un equipo.

El mediocampista del Cruz Azul aseguró que en el Veracruz del Apertura 2004, club que lo acogió en México, se vivía un ambiente divertido.

Si en La Máquina suele llevar la batuta para relajar a sus compañeros con bromas, en los Tiburones Rojos le aprendió al "Cuau" cómo hacerlo.

"Era un grupo donde había muchas bromas, me acuerdo perfectamente de Isaac Terrazas, de (Javier) 'Archie' Flores, Andy Pérez, era un vestidor muy alegre, el 'Cuau' bueno, era el número 1", recordó Giménez entre risas.

"Después nos prendíamos todos en la broma y era un clima donde realmente nos llevábamos tanto dentro como fuera de la cancha muy bien. Obviamente que acá (en Cruz Azul) no lo tenemos al 'Cuau', pero ahí yo lo acompañaba, le hacía la segunda a Cuauhtémoc".

Porque en el conjunto jarocho había tiempo para todo, con un equipo que ligó ocho triunfos en fila tras haber caído en la primera jornada, y que terminó en la cima.

"Hicimos un buen grupo, nos juntábamos, éramos buenos para hacer asados, pero en los asados teníamos bien planeados que si éramos buenos para hacer asados, para tomar ahí agüita de cebada", narró Isaac Terrazas en entrevista.

"Había que ser los primeros en entrenar, los primeros en defender los colores del Veracruz".
Sólo que los Tiburones Rojos se encontraron con las garras de Pumas, que los eliminaron con un 4-1 en el global, aunque los colmillos de estos escualos ya habían marcado su historia.

Destacó desde chavo

Que el "Chaco" vaya a cumplir una década en México con tantos éxitos en el bolsillo no es casualidad.

Desde que llegó al Veracruz, con apenas 23 años, a Christian Giménez ya se le veía madera para construirse un futuro, afirmó su ex compañero Braulio Luna.

"Como se dice 'como agarre el taco, sabes que es tragón el muchacho', entonces así era con el 'Chaco', sabías perfectamente que era un jugador diferente, que podía desequilibrar en cualquier momento", explicó Luna a CANCHA.

"Era un jugador que venía con todo el deseo de trascender en México, cosa que lo ha logrado cabalmente; Veracruz fue la catapulta para que llegara a América, empezar a obtener títulos y empezar a trascender con América, con Pachuca, con Cruz Azul".
Tampoco para Cuauhtémoc Blanco le es extraño que el naturalizado mexicano haya conseguido tanto.

"Es un gran amigo, lo conocí en Veracruz, después lo llevé al América, tengo una gran amistad con él, es un gran tipo, es una muy buena persona, es un gran ser humano y un gran jugador", comentó el "Cuau".

"No (me sorprende), se lo merece, es un gran jugador, y esperemos que dure mucho tiempo más".
Isaac Terrazas recordó que Giménez jamás dejó nada a la deriva, porque siempre tuvo sus metas claras.

"Él la ventaja que tienen los argentinos o sudamericanos, seamos honestos, es el hambre que tienen, y no les queda de otra más que romperla, porque de ahí va a vivir el futbolista", apuntó el zaguero.

"Él tenía muy bien sus objetivos, que era romperla, le fue muy bien en Veracruz, y ya hasta seleccionado nacional, qué bueno que le guarda cariño y agradecimiento a México".

El "Chaco" recordó que en los Tiburones Rojos fue bien arropado.

"Era uno de los nenes mimados también por la forma de ser de uno, tengo 33 años pero sigo siendo un niño, con las mismas bromas, las mismas jodas, pero realmente ellos nos guiaban y nos protegían mucho", agregó.