Brandon Crawford bateó un "grand slam" y Madison Bumgarner hizo el resto.

Como si tuviera un cañón en el brazo, Bumgarner ahogó con sus lanzamientos las esperanzas de los Piratas de avanzar a la Serie Divisional por segundo año consecutivo.

El serpentinero zurdo tuvo la mejor salida de su carrera en Playoffs, para comandar a los Gigantes a una blanqueada de 8-0 sobre Pittsburgh y apoderarse del Comodín de la Liga Nacional.

San Francisco visitará a partir de mañana a los Nacionales de Washington, monarcas del Este del viejo circuito, en la Serie Divisional.
Bumgarner estuvo intratable de principio a fin, y lanzó un juego completo de apenas cuatro imparables, una base por bolas y 10 ponches, para apuntarse su cuarto triunfo de por vida en la postemporada.

Aunque la frialdad de los números indican que sólo necesitaba de una carrera para ganar, el apoyo no le hizo falta al estelar de los de la Bahía.

Pablo Sandoval y Hunter Pence iniciaron el cuarto capítulo con sencillos, y luego de un pasaporte a Brandon Belt, Brandon Crawford le pescó una curva al abridor filibustero Edinson Vólquez y se la depositó detrás de la barda del jardín derecho, para abrir el marcador y marcar el rumbo del partido.

Los Gigantes nunca quitaron el dedo del renglón a la ofensiva, y en el sexto acto, Belt conectó un hit remolcador para aumentar el liderato.

En el séptimo capítulo, ya sobre los lanzamientos del relevista Jared Hughes, los californianos fabricaron dos carreras más, gracias a otro sencillo del propio Belt. Buster Posey remachó la victoria con indiscutible productor en el octavo rollo.

Vólquez sufrió el descalabro al permitir cinco anotaciones en cinco innings de trabajó. Otorgó tres bases y recetó tres abanicados.

Josh Harrison fue el único que pudo descifrar los envíos de Bumgarner al pegar de 4-2, pero el bat más importante de Pittsburgh, Andrew McCutchen, se fue de 3-0 con un chocolate.