Para los Tigres no hubo quinto malo.

Los felinos les metieron un colmillo a los Tiburones y luego apretaron los dientes para imponerse 1-0 y ligar cinco partidos sin perder, con su quinta victoria del torneo que los mantiene en el quinto lugar.

Los auriazules fueron peligrosos con Joffre Guerrón en la cancha para irse en ventaja y ordenados sin él para mantenerla, luego de que salió del partido al minuto 33 por una molestia muscular en la pierna izquierda.

En la primera media hora del partido, los ataques felinos eran por medio del ecuatoriano, primero con un disparo que pasó cerca del travesaño, luego con un centro desde la derecha que se paseó peligrosamente por el área, hasta que llegó el gol.

Al 25', Guerrón filtró a Hérculez Gómez como en el partido de Copa ante Querétaro y el estadounidense remató de primera, pero esta vez no pudo acreditarse el gol porque Leiton Jiménez desvió el balón para un autogol.

Ocho minutos después, el ecuatoriano recibió un balón por su banda y sintió un piquete en la pierna izquierda, por lo que pidió su cambio y Damián Álvarez entró por él.

José Francisco Torres, quien había sido peligroso por izquierda al grado de provocar un penalti que no vio el silbante Miguel Ángel Flores tras empujón de Óscar Mascorro, pasó a la banda derecha y ya no fue lo mismo.

Sin embargo, Tigres todavía generó peligro con un disparo de Gerardo Lugo que pegó en el poste y otro de Jesús Dueñas dentro del área a las manos del portero Édgar Melitón Hernández.

Para la segunda parte, los felinos salieron con una postura más conservadora para buscar el contragolpe, pero el ímpetu del Veracruz se los impidió, aunque tampoco inquietó mucho al portero Nahuel Guzmán, salvo un disparo potente de Édgar Andrade y otro desviado de Jehú Chiapas.

El partido estaba en un letargo y "Tuca" intentó enfriarlo más con la salida de Gerardo Lugo para dar entrada a Guido Pizarro al 67', pero al 81' alguien ajeno al partido despertó a los dos equipos.

Un aficionado ingresó a la cancha y Egidio Arévalo lo recibió bien, al grado que se lo llevó abrazado a la salida del campo.

Dos minutos después, Andrade filtró a Carlos Ochoa, quien cayó dentro del área tras un empujón de Jorge Torres Nilo, pero el árbitro no marcó penal.

Fue lo más peligroso que lograron los Tiburones, porque el resto fueron un par de remates débiles con la cabeza, y Tigres, sin intentarlo mucho, estuvo más cerca del gol.

Pizarro, quien entró a jugar como enganche en lugar de Lugo, tocó la puerta con un disparo débil y con otro potente que desvió Melitón, y se quedó cerca de rematar un centro de Damián.

Los Tigres esta vez sí mantuvieron la ventaja de 1-0, no como en su anterior visita al Puerto, con lo que lograron su tercer triunfo fuera de casa, para llegar a 20 puntos, de los cuales 13 se los han traído de patios ajenos.