Sangre, corazón y rabia sí hubo, pero eso no bastó ante la furia rojinegra.

El Atlas hizo valer su gran momento y derrotó al Guadalajara en el Clásico Tapatío celebrado este domingo en el Estadio Omnilife, con lo que prácticamente amarró su pase a la Liguilla al llegar a 24 puntos en el subliderato del Apertura 2014.

Un sólido remate con la cabeza de Enrique Pérez al 24' a pase de Alfonso González fue suficiente para que los Zorros enfriaran el ímpetu con el que iniciaron las Chivas.

En las tribunas del escenario rojiblanco, varios miles de seguidores de los 35 mil 120 que asistieron, eran del cuadro visitante.

La intimidación atlista comenzó desde el aire, cuando minutos antes del silbatazo inicial una avioneta sobrevoló el Omnilife con un letrero que decía "GDL es del Atlas", anuncio promovido por una organización de seguidores rojinegros.

Sobre la cancha, el chiverío comenzó intenso, hambriento de gloria, de romper su ayuno, de salir de la crisis y de demostrar que sin Carlos Bustos como técnico podía mostrar algo diferente.

Ramón Morales, como director técnico interino, no realizó cambios radicales. En la central quitó a Patricio Araujo, quien no fue ni a la banca y en su lugar puso a Hedgardo Marín, líder de la Sub 20 (equipo habitual de Ramoncito). Sergio Nápoles fue otra de sus novedades para refrescar el ataque.

Al minuto 12 Carlos Fierro mandó un centro por la derecha y Omar Bravo remató con la cabeza a las manos de Federico Vilar.

Después de ahí cayó el tanto atlista y el control se volvió visitante.

Hubo Muchas patadas, raspones, amarillas, pasión y riñas, pero el marcador ya no se movió.

Ángel Reyna está vez con Morales sólo duró 45 minutos en la cancha, al no conectarse con el resto de sus compañeros y sólo protagonizar jugadas tribuneras, de fantasía o de querer avivarse sin regresar el balón al rival en fair play.

Ramón lo sacó y metió a su delantero de la Sub 20 Ángel Zaldívar, ganando sólo en atrevimiento, pero nada de claridad.

En el segundo tiempo, Tomás Boy se fue expulsado por salirse del área técnica.

Los locales siguieron intentando buscar el empate, sobre todo con tiros desde los linderos del área, pero la falta de puntería fue constante.

La zaga atlista se comportó a la altura, pero no así su ataque, que perdonó por lo menos dos veces el gol que mataba; el paraguayo Luis Caballero tuvo al 83' una oportunidad cuando se escapó sólo frente al portero, pero su disparo fue directo al cuerpo de Rodríguez, y luego Ponchito González tiró muy cruzado desde la izquierda.

Al final el canto que sonó más fuerte fue atlista.

El nuevo técnico rojiblanco, que podría ser presentado mañana, tendrá que hacer mucho más que sólo pedirles corazón a sus jugadores, para salir del pantano del descenso.