Tanto Reales como Gigantes ya demostraron su forma de jugar al beisbol en los primeros dos partidos de la Serie Mundial. Ahora falta ver cuál de los dos estilos prevalecerá.

San Francisco ganó con una joya de siete entradas de su as Madison Bumgarner en el Juego 1, que evitó que el bullpen de los de la Bahía interviniera en el duelo hasta el octavo capítulo, ya cuando la victoria estaba casi en la bolsa.

Para el segundo choque, Kansas City llevó el juego empatado al sexto episodio con gran labor de Yordano Ventura, justo a tiempo para el show de los tres relevistas que tiran fuego: Kelvin Herrera, Wade Davis y Greg Holland.

Con el Clásico de Otoño empatado 1-1, las acciones se trasladan hoy al AT&T Park para el tercer encuentro. Considerando que 16 de los últimos 19 equipos (38 de 54 en general), han alzado la corona al ganar el Juego 3 cuando la serie al mejor de siete está empatada 1-1, la situación luce apremiante.

El veterano de 39 años Tim Hudson sube a la loma por primera vez en su carrera en esta instancia. Enfrentará a Jeremy Guthrie.

Caracterizados mayormente por jugar pelota pequeña, ambas novenas tuvieron una explosión ofensiva en sus triunfos.

Los Gigantes repartieron siete carreras en tres innings en el inaugural, mientras que los Reales contaron con un rally de cinco rayitas en el sexto rollo y agregaron anotaciones en el primero y segundo acto el miércoles.

Entre ambos han intentado robar una sola ocasión y acumulan dos cuadrangulares cada uno.

La única mala noticia para los Reales es que en parque de la Liga Nacional no hay bateador designado y Billy Butler tendrá que sentarse.

Las claves siguen siendo las mismas: que los de California ataquen temprano a los abridores y que los de Missouri traten de mantener las acciones parejas para meter a su bullpen.