George Corral salió a la cancha con el corazón partido.

Para el lateral de los Gallos Blancos este encuentro tenía un sabor especial, pues se veía las caras ante el equipo que lo vio nacer futbolísticamente, pero casi a la misma hora, el Tri Femenil jugaba las Semifinales del Premundial y tenía la esperanza de ver a su hermana, Charlyn, mecer las redes.

Desde la tribuna, la familia de la goleadora también buscaba alguna señal de internet para ver si podían seguir el partido en el minuto a minuto de la página oficial de la Concacaf, pero los teléfonos parecían bloqueados y sólo alcanzaron a elevar plegarias.

George deseaba estar al pendiente del resultado, porque si por ahí el cuadro dirigido por Leonardo Cuéllar le pegaba a Estados Unidos, el equipo nacional podría haber jugado la Final del torneo eliminatorio.

Lo que no supieron es que Charlyn se quedó en la banca y esta vez Cuéllar no quiso darle juego a la delantera, que hace apenas un par de días se había destapado con dos goles ante Jamaica.

Ni siquiera en el segundo tiempo, cuando iban perdiendo 2-0 la hizo ingresar.

A diferencia de lo que sucedía en Filadelfia, en esta ciudad, George daba uno de sus mejores partidos y su equipo le bajaba los humos al líder del torneo.

El Tri femenil terminó perdiendo 3-0, y los padres de los hermanos Corral se enteraban que su hija no había jugado ni un minuto, haciendo el entripado de la noche, pero al mismo tiempo sin perder el buen ánimo viendo cómo los Gallos daban la campanada de la jornada.

Ahora, el próximo domingo se reunirán en familia para seguir las incidencias por el tercer lugar, porque ahí la Selección Femenil se juega la vida, mientras que los Gallos respiran.