En un eufórico vestidor de los Gigantes de San Francisco, Michael Morse resumió en pocas palabras su opinión sobre el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial.

"(Madison Bumgarner) es increíble", expresó Morse, "es increíble. Es un ser humano diferente.

"Ayer le dije: 'si vas a salir a lanzar mañana tráelo (el título)', y me respondió: 'sólo obsérvame'. Este muchacho, cada salida se vuelve mejor y mejor".

Bumgarner se unió a un puñado de leyendas que volvieron grande a la franquicia de los Gigantes, como Willie Mays, Willie McCovey, Barry Bonds, Juan Marichal, Christy Mathewson, Carl Hubbell y Mel Ott.

"Ahora mismo no me siento cansado del todo", dijo el zurdo de 25 años, "acabamos de ganar la Serie Mundial. Uno no puede decir que está agotado en estos momentos. Quizá mañana me sentiré cansado".

El timonel de San Francisco, Bruce Bochy, jaló por su as en el quinto inning, a pesar de que tenía dos días de descanso y había completado el partido del domingo.

"(Bumgarner) estaba lanzando muy bien y no había forma de que pudiera sacarlo de la loma", explicó Bochy, "es fabuloso lo que hizo. Los innings fueron fáciles y estuvo adelante en la cuenta hasta el final y me contó que estaba exhausto al final".