América sufrió como nunca lo había hecho en la era de Antonio Mohamed, para clasificar de manera angustiosa a las Semifinales, tras vencer 1-0 a los Pumas (1-1 global).

Aunque el cuadro de Coapa llegó con la presión a tope, pues un gol de los universitarios los habría obligado a meter tres, finalmente fue un zaguero el que resolvió el encuentro, en el que por momentos se sentían con con un pie fuera, tomando en cuenta que los auriazules jugaban sueltos y sin tensión.

América no se guardó nada, puso a sus mejores hombres a la ofensiva, necesitaba un gol y no podía darse el lujo de seguir fallando en el último tercio de la cancha.

Pero la garra de los Pumas fue clave en los primeros 45 minutos, porque le complicaron todas las acciones a los pupilos de Antonio Mohamed, apretando en la salida, marcando por las bandas y manteniendo a raya a gente como Oribe Peralta y Luis Gabriel Rey, quien por mucho que intentó abrir espacios, termino por convertirse en uno más sobre el terreno de juego, sin pesar en la delantera. 

Moisés Muñoz se convirtió en la figura de los azulcrema al atajar un disparo de Dante Lopez al 42'y cuatro minutos después otro de Ismael Sosa. 

Parecía que sólo era cuestión de tiempo para que los visitantes terminaran lo que habían iniciado el miércoles en Ciudad Universitaria, sólo que esa falta de contundencia termino por pasarles factura.

Eduardo Herrera escapó de su marca y estuvo a punto de sorprender a la defensa azulcrema, pero su disparo salió desviado.

Más adelante, los Pumas extrañarían estas fallas, que sirvieron para darle vida a un América que se negaba a morir, que buscaba desafiar la maldición que persigue a los lideres de cada torneo.

Miguel Layún dio el primer aviso, sacando el extra en una carrera sobre la recta final, donde buscaba hacer el gol que les diera vida.

Vino un centro de Gonzalo Díaz al 76' y Goltz, quien se había ido al ataque, enmendó todas sus fallas a la defensiva al meter el frentazo seco, para dejar sin opción al arquero Alfredo Saldívar.

En ese momento América recordó por que había sido líder general, en un instante se puso de pie y los presionados pasaron a ser los Pumas, que con el tiempo encima no tuvieron muchas opciones, y lo poco que lograron el frente no fructificó.

En la tribuna apareció el "Cómo no te voy a querer", a manera de despedida, con un sabor amargo.

Mientras que las Águilas se ponían en pie, alistándose para la siguiente batalla.