Oswaldo Sánchez colgaría los guantes este viernes.

Luego de no poder contratarse con algún club de la Primera División y después de que Santos prescindió de sus servicios, uno de los mejores guardametas mexicanos de la historia le pondría fin a 21 años de trayectoria.

El club lagunero convocó a una conferencia de prensa mañana con el arquero.

Oswaldo debutó el 30 de octubre de 1993, en un duelo en el que tenía unos segundos en la cancha, tras la expulsión del atlista Miguel Fuentes, cuando una mala salida le costó un gol. Pudo haber sido el debut y despedida de no ser por el argentino Marcelo Bielsa, quien le vaticinó una carrera hermosa.

Y así fue. Oswaldo lo ganó todo. En Liga tardó en coronarse, pero lo logró con Chivas en el Apertura 2006 y con Santos en los Clausura 2008 y 2012. Jugó múltiples Finales como la del Clausura 2004 con el Rebaño o la del Bicentenario 2010 y el Clausura 2011 con el cuadro lagunero.

Para la historia quedará ese brillante debut con el Atlas, luego su paso por el América (él mismo aceptó que perdió el piso), para irse a Chivas y vivir el despegue de su carrera, que incluso lo catapultó a la Selección Mexicana.

En junio de 2006, días antes de su debut en la Copa del Mundo, su padre Felipe falleció. La noticia estremeció a cada mexicano y el guardameta voló de Alemania a México para acudir al funeral. El 13 de junio el mundo entero estuvo al pendiente de su desempeño en el triunfo del Tricolor por 3-1 frente a Irán y en el que las lágrimas del portero, al finalizar el duelo, reflejaron su dolor.

Oswaldo es el jugador con más partidos en el futbol mexicano, con 725 encuentros de Liga, además de que ha atajado 25 penales y es el mejor guardameta en ese rubro en la Liga.

En 2007, una operación en el hombro lo tuvo a un paso del adiós. Oswaldo resistió siete años más.