Una desafortunada reaparición tuvo el jimenense Enrique Espinoza "El Cuate" al caer herido por su segundo toro, en el festejo donde el rejoneador Rodrigo Santos paseó la única oreja de la tarde.

Unos mil 500 aficionados en los tendidos de la Monumental Monterrey presenciaron la octava Corrida por la Educación, organizada por la CROC y en la que se lidiaron cinco ejemplares de Golondrinas de regular juego y uno de Suárez del Real, corrido en quinto lugar y que fue muy bueno.

Santos (vuelta y oreja) batalló ante el infumable abreplaza, pero pudo lucir sus nuevas jacas en el cuarto, al que adornó de banderillas a una y dos manos para cortar la única oreja.

A pie, Guillermo Ibarra (aplausos y vuelta) poco pudo hacer en su primero, y al sobrero, un ejemplar de siete años y que fue reserva casi dos en los corrales, de buena presencia y cornamenta, le arrancó naturales muy jaleados.

"El Cuate" (aplausos y aplausos tras cornada) había hecho lo más artístico y reposado en su primero, un toro de medias embestidas y que buscaba los muslos del torero, pero ante el sexto resultó herido en el preámbulo de la faena.

Ninguno de los dos médicos de plaza, Juan Gutiérrez y Juan Antonio Flores, estuvieron en el festejo y fue el cirujano plástico y aficionado práctico, Jesús Sepúlveda, quien bajó del tendido para evaluar la cornada del herido.

El parte médico señala que "El Cuate" recibió una cornada limpia de dos trayectorias de unos 8 y 10 centímetros de longitud en el tercio superior, parte posterior del muslo izquierdo, que no interesaron el paquete vascular.

Fue intervenido en el Hospital Universitario donde quedó encamado.

Rodrigo Santos cortó la única oreja de la tarde a su segundo enemigo, mientras "El Cuate" (recuadro) salió cornado.