'Es un milagro'
Dulce Moncada México, Monterrey (26 abril 2015)
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  • Orlando Castro inició hace 26 días su ascenso a la montaña más alta del mundo.
    FOTO: Cortesía Plácido Garza
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  • El viernes, Orlando Castro acampaba en una de las bases afectadas por la avalancha.
    FOTO: Cortesía
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  • En Sonora, los padres y hermanos de Orlando estaban atentos a las noticias.
    FOTO: Cortesía
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  • Su hermano Rodrigo Castro es muy allegado al montañista.
    FOTO: Omar Valdez
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Orlando Castro vivió un milagro, otro más en su vida.

El alpinista mexicano, quien sobrevivió ayer a una avalancha en el Monte Everest, tras un sismo de 7.8 grados en la escala de Ritcher que sacudió Nepal, recibió una oportunidad más para vivir, aseguró su padre Pedro Castro, desde Sonora.
 
"Es un milagro", dijo con voz serena el hombre de 71 años. "El 2 de abril del año pasado murió mi hijo César en un accidente y Orlando tenía programado irse al Everest el día 5. Por la tragedia familiar, no viajó".

Y no viajar al Everest en aquella ocasión le salvó la vida al montañista sinaloense, quien vive en Monterrey desde hace 18 años, pues días después una avalancha mató a 14 guías nepaleses.

En el 2014, su hermano César, acompañado de su esposa embarazada de 8 meses, una cuñada y una sobrina murieron en un accidente automovilístico en Durango, lo que provocó depresión en Orlando y canceló la expedición a la montaña más alta del mundo.

A las 4:46 de la madrugada de ayer, tiempo de Monterrey, don Pedro recibió una llamada desde Nepal. Era Orlando, quien después de saludarlo y tratando de evitar que se preocupara le pidió que le comunicara a su hermano Gregorio.
 
"Subí las escaleras lo más rápido que pude y le pasé a mi hijo. Sabemos que está bien de salud, pero no deja de estar en peligro porque se quedó como rescatista, al igual que los demás alpinistas. Sólo Dios sabe. Esperemos que nuestro hijo regrese con bien", agregó el padre, quien se encontraba con su esposa Martha y su hijo Gregorio.

La noticia provocó el nerviosismo y la tensión en la familia, situación que Orlando sabía y resolvió llamando a Plácido Garza, empresario regio que patrocinó su viaje.

Garza se encargó de informar a familiares y amigos detalladamente lo que sucedió.

"Me dijo: 'sentimos el movimiento de la tierra, pero lo que los alarmó fue un bramido, usó esa palabra, que fue creciendo de intensidad y fue cuando el líder del grupo los empezó a mover a todos a patadas y salieron corriendo'", le contó Orlando a Garza.

El grupo que integraba el alpinista de 35 años estaba durmiendo cuando cayó la avalancha. Los hombres, que ya habían ascendido más de 5 mil metros, corrieron, luego buscaron un lugar para refugiarse y lo hicieron en una pared natural.
 
"Veíamos los pedazos de hielo que volaban por encima de nosotros y fue aterrador", le contó.

LE TOCA A AMIGO DAR LA NOTICIA DE AVALANCHA
Se conocieron hace un año y su amistad escaló montañas.

Plácido Garza, empresario sampetrino, decidió convertirse en uno de los patrocinadores del alpinista sinaloense, casi adoptado regio por sus 18 años viviendo en Monterrey, Orlando Castro, y ayer quedó claro el lazo entre ambos.
 
Tras la avalancha que acabó con la vida de 17 montañistas en el Monte Everest, una de las tres personas con las que Orlando tuvo comunicación fue con Plácido y la llamada duró más tiempo que la que hizo con su hermano Gregorio y su padre Pedro.

"Nos conocemos desde hace un año cuando lo conecté con la comunidad de montañeros de Monterrey. Después mi apoyo fue para que contara con mi patrocinio, pues una expedición al Everest ronda en los 250 mil dólares.
 
"Orlando tiene una calidad humana fuera de serie. Formó parte de mi familia, fuimos a todas las cumbres de Nuevo León y Coahuila, escalamos los picos más altos y tiene una energía increíble", dijo Garza sobre el alpinista, quien sigue en la montaña del Everest realizando labores de rescate tras la avalancha.

FRASES 
"Veíamos los pedazos de hielo que volaban por encima de nosotros y fue aterrador".
Orlando Castro, quien le contó lo sucedido a Plácido Garza.

"Sabemos que está bien de salud, pero no deja de estar en peligro porque se quedó como rescatista".
Pedro Castro, padre de Orlando.

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