Juventus venció este sábado 3-1 al Napoli para celebrar su cuarto scudetto consecutivo, mismo que había asegurado el 2 de mayo con cuatro fechas de anticipación, en el arranque de la penúltima jornada de la Serie A de Italia.

La derrota del Napoli redujo al mínimo sus esperanzas de lograr un puesto para la próxima Champions League, que podría obtener sólo en caso de que la Lazio ligara derrotas en sus últimos dos cotejos, ante la Roma y el mismo conjunto napolitano en la última fecha.

El Napoli se puede consolar, aunque no era su objetivo, que matemáticamente llegará al quinto lugar para disputar la Europa League.

La Juventus totalizó 86 puntos, seguido por la Roma con 67, Lazio 66, Napoli 63, Fiorentina 58, Génova 56, Sampodoria 54 e Inter 52, que más tarde jugaba con el Génova.

Los primeros dos acceden directamente a la Champions y el tercero participa de la fase preliminar y los otros tres disputan la Europa League.

Aunque jugó con varios suplentes, la Juve logró el triunfo, para integrarlo a los festejos durante la entrega de los dos trofeos: el del scudetto y la Copa Italia.

El defensor uruguayo Miguel Ángel Britos salió expulsado al minuto 90 por un cabezazo dentro del área al atacante español de la Juve, Álvaro Morata. Simone Pepe convirtió el penal sancionado durante la jugada.

Juventus pasó adelante por conducto del volante argentino Roberto Pereyra al 13', Napoli empató tras la anotación del español David López al 50' al aprovechar un balón que rechazó el portero, Gianlugi Buffon, en un penal tirado por Lorenzo Insigne.

El otro tanto Juventino fue de Stefano Sturaro al 77'.

El Napoli fue peligroso solo en los primeros diez minutos, con un inicio agresivo, pero Buffon evitó el daño con dos sendas atajadas en los primeros cuatro minutos del encuentro.

En el segundo tiempo, no volvió a la cancha el atacante argentino Gonzalo Higuaín, quien desapareció en una primera mitad en la que que casi no tocó un balón y no tiró nunca al arco.

En la segunda parte del encuentro, el Napoli fue más peligroso, sobre todo con López, a quien Buffon le negó el segundo gol con una gran atajada para desviar el balón por encima del travesaño, a los 69 minutos.