Hubo goles para todos los gustos. Cada uno de ellos parecía sacado de una colección con las mejores anotaciones del torneo, aunque realmente todos forman parte del resumen de un mismo juego.

Los EuroTigres llevaron al éxtasis a más de 41 mil aficionados que atestiguaron una exhibición digna de recordar sobre la cancha del Estadio Universitario, que fue el escenario de la inmisericorde desplumada a los Gallos Blancos de Víctor Manuel Vucetich, por marcador de 5-1.

Los Tigres resolvieron el partido durante la primera media hora con una "manita" de golazos para ligar tres triunfos al hilo en la Liga y "despedir" a su director técnico Ricardo Ferretti, quien se irá unos días a la Selección Nacional.

La volea de zurda que sacó Jesús Dueñas desde fuera del área, luego de bajar el balón con el pecho y anidarlo en el ángulo superior izquierdo de la portería de Thiago Volpi para el 1-0 a los 17 minutos, resultó ser sólo el principio de una noche llena de magia en el Uni.

Aunque la clase que mostró Dueñas con su pierna izquierda, que no es su perfil natural, dista mucho de lo que Nahuel Guzmán puede hacer y un mal pase suyo se convirtió en el 1-1 que anotó Emmanuel Villa.

El error del argentino quedó en el olvido en cuanto Guido Pizarro anotó el 2-1 a los 24' en una jugada personal en la que dribló hasta al portero Volpi y definió casi sobre la raya de gol.

La capacidad de asombro de los aficionados felinos alcanzó nuevos niveles cuando André-Pierre Gignac empalmó con la pierna derecha y antes de que cayera el balón un pase de Javier Aquino para marcar el 3-1 apenas a los 27'.

El concierto de pases continuó, frontal como pocas veces, en Tigres prácticamente ningún jugador daba más de dos toques al balón antes de ubicar a un compañero, construyeron paredes, y a los 30' Rafael Sobis anotó el 4-1 tras un rechazo de Volpi, luego de un disparo de Gignac.

La goleada obligó a buscar respuestas a Vucetich, quien intentó reconstruir a su equipo con el ingreso de un segundo contención al meter a Mario Osuna y sacar a Orbelín Pineda, en un planteamiento que hubiera sido más lógico desde el principio del juego.

El trámite del partido cambió ciertamente, pero en el aire estaba esa sensación de que al partido le sobró una hora, porque todo lucía definido después de semejante demostración de contundencia.

Aun así el Querétaro tuvo sus ocasiones en la segunda mitad. Incluso reclamaron un supuesto penalti que Guzmán le cometió a Villa y que pudo significar la expulsión del arquero, pero el árbitro Roberto Ríos interpretó que fue "Tito" el que provocó el contacto.

Del festín no se quedaron fuera Damián Álvarez, Gerardo Lugo y Joffre Guerrón, quienes entraron hacia el final del partido. Entre los últimos dos fabricaron el 5-1 que anotó el ecuatoriano a los 88'.

Para Tigres fue su tercer triunfo al hilo en la Liga, pero es en casa donde han explotado con nueve goles en sus últimos dos partidos.

"¡Los Rayados tienen miedo, porque saben que nos vamos a ver de nuevo!", advirtieron con cánticos los Libres y Lokos, porque a nadie escapa que el próximo juego en el Uni será el Clásico contra el Monterrey.