Los Tigres tenían una oportunidad de oro de meterse de lleno a zona de Liguilla, pero tiraron pa'l monte.

El equipo de Ricardo Ferretti no pasó de un empate sin goles ante el Veracruz, que se presentó en el Estadio Universitario como la peor defensa y el peor visitante del Clausura 2016.

Por eso la igualada tuvo sabor a derrota, al llegar apenas a 21 puntos y arañar el octavo lugar por tener mejor diferencia de goles que Pumas.

Los Tigres necesitaban ganar para no estar viendo otros partidos como el del viernes entre Gallos y Pumas o el Toluca-Cruz Azul de hoy.

Y es que los felinos saldrán de zona de Liguilla si hoy al mediodía hay ganador entre los Diablos y la Máquina. Así que les conviene un empate para que ambos lleguen sólo a 20 puntos y Tigres busque clasificar en la última jornada precisamente ante los celestes.

Aunque sólo han sumado siete de los últimos 24 puntos posibles, los auriazules se mantienen entre los primeros ocho lugares de la tabla, sin embargo es más increíble la forma en que dejaron ir la victoria anoche.

El rival, sin nada que pelear ya, vino a encerrarse como la mayoría en el Uni, y aunque la intensidad de Tigres fue mejor a la de otros partidos, las ideas de nuevo no abundaban.

Como si la confianza se hubiera esfumado, dudaban en disparar o hacer una jugada diferente al acercarse al área y tocaban el balón de un lado a otro.

Aún así se pudieron ir 2-0 arriba al medio tiempo, pero lo que sucedió fue un indicio de que la pelota se iba a negar a entrar en el arco jarocho.

Al minuto 28, Rafael Sobis controló un balón con el pecho en el área, disparó muy desviado, el esférico le rebotó a André-Pierre Gignac y regresó a sus pies para ponerlo finalmente en órbita.

Luego, cuando por fin se animaron a disparar desde afuera del área, Sergio García voló para desviar el intento de Guido Pizarro.

Y ya con Damián Álvarez en la cancha, luego de la salida por lesión de Jurgen Damm, se llegó a la línea de fondo y se mandó un servicio con ventaja que desperdició el que casi nunca falla.

De manera increíble, André-Pierre Gignac echó a un lado su cabezazo estando libre en el área chica al 43'.

Dos minutos después, Pizarro machucó un balón que le llegó pleno al manchón penal y eso ocasionó el abucheo del Uni al medio tiempo.

Para el complemento, la afición no haría corajes con los cambios del "Tuca", porque de arranque quitó a un escudo, Jesús Dueñas, para enviar a un segundo delantero, Fernando Fernández.

En uno de los primeros balones que tocó "El Queso" lo prolongó para Gignac, quien de nuevo falló con la cabeza.

Era el minuto 48 y parecía cuestión de tiempo para que cayera el primer gol, pero sólo hubo una oportunidad más, con un cabezazo que "El Matute" le desvió a Sobis, antes de que el brasileño fuera cambiado por Lucas Zelarayán.

En cambio a Tigres le pudo pasar lo de hace una semana contra Santos, porque Veracruz estuvo a punto de anotarle con dos llegadas, un cabezazo de Horacio Cervantes y un punterazo de Daniel Villalva que besaron el poste.

Fue hasta el 84' que los felinos volvieron a tocar puerta cuando "El Queso" controló en el área uno de los tantos centros de Aquino y disparó obligando la desviada del "Matute", quien dejó el balón a la deriva y Gignac lo voló.

Fue un "osote", pero al francés lo salvó que se marcó fuera de lugar.

Al 88', Aquino ahora no centró y decidió filtrar a Juninho, quien disparó demasiado cruzado.

La desesperación hizo que Nahuel Guzmán recibiera permiso de irse al frente, pero tampoco logró aprovechar la lluvia de centros con la que Tigres terminó el partido.