A punto de extinguirse la vela del Independiente del Valle, alcanzó a emitir la luz que le devolvió la vida en la Final de la Copa Libertadores 2016.

El conjunto ecuatoriano rescató con las uñas, al minuto 87, el empate 1-1 ante el Atlético Nacional en el Olímpico Atahualpa, que le permite viajar con ilusión al duelo de vuelta el siguiente miércoles en Medellín, Colombia.

Porque muy cerca estuvo de quedar quizá sin esperanza, luego de que el visitante colombiano golpeó en el momento justo y se dedicó a mantener su ventaja, cuando pudo crear ocasiones para adueñarse por completo de la serie.

Justo cuando el Independiente del Valle dio muestra de ser el equipo dominante del esférico, en la primera media hora del partido, llegó el toque del creativo del A. Nacional, Macnelly Torres, para encabezar un contraataque que derivó en el servicio a Orlando Berrío, quien en los linderos del área sacó un disparo para vencer la estirada de Librado Azcona. Era el 36'.

El gol fue como una roca con la que se estampó el Independiente ecuatoriano y marcó la trama del resto del encuentro: por un lado el Atlético con más dedicación a ordenar atrás y desdeñar la ofensiva, aún cuando la velocidad de Torres pudo crear peligro, y por el otro un local ansioso, desesperado por pisar el área enemiga.

Fue en el 87', ya con la visita a segundos de paladear el triunfo, cuando Independiente generó su gol. El central Arturo Mina remató un centro de Junior Sornoza, el arquero Franco Armani rechazó y en el rebote Mina estiró la pierna para arañar la igualada.

El 1-1 dejó el suspenso para el segundo juego, el próximo 27 de julio en suelo colombiano.