Las vacaciones están a la vuelta de la esquina en la Fórmula Uno, pero antes deberá celebrarse el GP de Alemania en Hockenheim, lo que marca la última carrera antes de la ansiada pausa de verano.

El fin de semana inició de forma productiva para el mexicano Sergio Pérez, quien finalizó como el noveno más rápido del día sobre el trazado germano.

El más rápido de la sesión fue el alemán Nico Rosberg, quien estableció un crono de 1 minuto 15 segundos y 614 milésimas, su coequipero en Mercedes, Lewis Hamilton finalizó segundo. Tercero se ubicó Sebastian Vettel con el Ferrari.

Rosberg fue el único en romper la barrera del minuto y 15 segundos, por lo que pintan bien las cosas para el teutón, quien llega a casa tras perder el liderato de la clasificación con Hamilton, apenas el domingo pasado en Hungría.

El top cinco lo completaron los Red Bull de Max Verstappen y Daniel Ricciardo.

Esteban Gutiérrez se ubicó en el sitio 16 con el VF16 del equipo Haas.

La jornada fue un poco extraña debido al comportamiento de lo neumáticos, donde la goma superblanda mostró un mejor rendimiento que el compuesto blando, no obstante es temprano en el fin de semana y si la temperatura aumenta en los próximos dos días esto pudiera cambiar.

Checo cronometró en su mejor registro 1 minuto 17 segundos y 148 milésimas, sin embargo parece que el tapatío tiene un poco más para exprimir al VJM09, ya que Nico Hulkenberg, su compañero en Force India fue casi medio segundo más rápido que él y se ubicó en el séptimo puesto.

La buena noticia para ambos es que están por encima de los Williams de Felipe Massa y Valtteri Bottas, equipo con el que pelean el cuarto puesto entre los constructores.

En la simulación de carrera, los Force India se mostraron constantes, sin embargo habrá mucho por analizar tras el comportamiento de los neumáticos.

La jornada inició con novedades en el reglamento, una vez más, y se determinó que para la calificación en lugar de colocar la doble bandera amarilla, se utilizará la bandera roja para detener la sesión y con ello evitar la polémica del pasado GP Húngaro, en el que Nico Rosberg hizo la pole position pese a que en un sector del Hungaroring se encontraban banderas amarillas, lo que supone que los pilotos deben disminuir el ritmo.