Para Leo Santa Cruz, la pelea de este sábado por la noche será muy especial, y no por la calidad del rival, sino porque tendrá a su padre en la esquina.

José Santa Cruz siempre había estado junto a Leo, pero hace unos meses tuvo que hacerse un lado para comenzar una batalla contra el cáncer.

Fue un duro golpe para el invicto mexicano, quien mañana se topa con el también imbatible Carl Frampton en el Barclays Center de Brooklyn, Nueva York.

A finales de abril fue diagnosticado con mieloma múltiple, un tipo de cáncer en la médula ósea.

"Estoy muy feliz, motivado, mi familia estará en la pelea, y mi padre estará en la esquina. Los dos estamos felices, y eso es una gran motivación, tenerlo en una pelea tan importante, siempre ha estado conmigo y quiero tenerlo así muchos años más

"Mi padre es mi mundo, ha estado desde pequeño conmigo, por eso es tan importante que esté en la pelea, en mi esquina", añadió el michoacano.

Santa Cruz, quien pondrá en juego el cetro Pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y que presume marca de 32-0-1, 18 KO's, se medirá con el irlandés Frampton (22-0, 14 KO's), considerado uno de los mejores del orbe y quien ha dominado desde hace tiempo la división de los Supergallos.

"Sabemos de la calidad del rival y por eso no nos confiamos, mi papá será de mucha ayuda, me conoce, y eso a la hora de la pelea es muy importante, los consejos, lo que se dice entre cada round", agregó el llamado "Terremoto", quien el mes próximo cumplirá 28 años.