Antonio Mohamed y Tomás Boy confirmaron que siguen siendo genios y figuras dentro y fuera de la cancha.

Rayados y Cruz Azul no han ganado en el torneo después de tres fechas, sin embargo, sus técnicos no pierden la clase ni el sentido del humor.

Antes de arrancar el juego, a la distancia el pulgar derecho de Tomás saluda a Mohamed. Las primeras indicaciones sobre los jugadores fueron del "Turco", mientras que Boy observaba el juego con tranquilidad.

El juez central marca el primer penal del juego y el "Jefe" se mece los cabellos, Mohamed respira profundo y poco después aprieta los dientes para no perder la calma cuando se falló la pena máxima.

Avanzan los minutos y Boy se acalora un poco con un segundo penal en contra, pero nada que arrugue su camisa de lino, mientras el DT de Rayados se quiere quitar el traje para meterse a la cancha a enseñar cómo se cobra desde los once pasos.

"No sé si sea la presión de haber fallado ya varios penales, pero sí es extraño. El penal es algo muy psicológico, no es tanto de entrenar, sino tener la frialdad de poner el pase a la red", dijo Jorge Rodríguez, aficionado rayado.

Para el complemento entra Edwin Cardona y la gente como que se prende cuando el colombiano agarra la pelota, pero al instante se desanima al ver como el 10 albiazul no anda fino.

Otros se desahogan abucheando a Joffre Guerrón por su pasado tigre, mismos seguidores que no aguantaron los 90 minutos y antes del silbatazo optaron por retirarse del Estadio BBVA Bancomer.

Al final, Boy le grita a Mohamed y éste se regresa para darse un saludo de despedida en el túnel de la zona mixta. En la sala de prensa, el técnico del Cruz Azul saca su lado sarcástico para bromear.

Mohamed también bromea y hasta le pregunta a un reportero qué posición juega para ver si lo puede llevar a la Concachampions para cubrir las ausencias por lesión o convocatoria. Fue un feliz empate.