Un operativo de 50 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública está apostado en la explanada y alrededores del Estadio Azteca para evitar que la reventa opere con toda impunidad de cara al Clásico entre América y Guadalajara.

Luego del anuncio de que el boletaje estaba agotado desde el miércoles por la noche, algunos aficionados acudieron al Coloso de Santa Úrsula para ver si podían conseguir algunas entradas.

Pero esta vez los revendedores se replegaron y todo se manejó en la más absoluta discreción.

Los vendedores de playeras y souvenirs negaban tener boletaje y ni siquiera la presencia de un enorme tianguis de venta de zapatos hizo que la reventa pudiera camuflarse.

En una tienda de conveniencia ubicada a un costado del Coloso de Santa Úrsula un joven de nombre Jonathan jaló a un par de interesados, para ofrecer las entradas para el Clásico.

En 500 vendía los de zona general, 800 los preferentes y mil 500 especial bajo y algunas plateas.

Incluso proporcionaba su número celular para realizar la transacción en calles aledañas al inmueble.

El operativo se mantendrá este viernes, y el sábado se redoblarán medidas.