Al cumplir mañana 50 años como matador de toros, Eloy Cavazos dormirá esta noche con la ilusión y el nerviosismo de volverse a enfrentar a un astado en su Cortijo.

Será un festival privado, por el simple deseo de festejar su aniversario toreando y los únicos testigos de esta tarde serán algunos de sus familiares y amigos más cercanos.

"Lo hago aquí en casa, en compañía de los toreros que siempre me han acompañado como Enrique Garza, Isaac Leal y Juan Fernando. Partiremos plaza como se debe, tendremos nuestro juez, música y alrededor de 300 amigos y familiares.

"Quiero que ellos sean los representantes de tantos aficionados que me han acompañado en mi vida como torero, pero desgraciadamente el cortijo no es grande y pues quiero que mi familia y mis nietos, que ya están más grandecitos, sean los que me acompañen", dijo.

Hace ocho años cuando se retiró de luces en la Monumental Monterrey, su nieto Jaime, que es toda su adoración, tenía poco más de un año de nacido. Hoy lo acompaña a todas partes y él, como abuelo, lo lleva a entrenar a sus juegos de Liga Pequeña.

"Para esta ocasión tenemos tres novillos de El Vergel y ya en su momento veré cómo me siento. Estoy en casa, no hay un compromiso formal y sólo quiero festejarme así. Si me duele mi brazo que tengo operado o no le puedo al novillo, simplemente le doy la muleta a uno de mis compañeros y no pasa nada", afirmó.

En estos ocho años de retiro, Eloy ha visto crecer a sus nietos y ha hecho lo que por años no pudo.

"Nos hemos ido de vacaciones en familia, hemos ido a Italia, a España, a Las Vegas y también a algunos lugares de nuestro país. He podido disfrutar a mi familia y así quiero seguir", agregó.