Christian Giménez aún espera que por el Estadio Azul pase el tren que lo lleve al ansiado título de la Liga MX.

A sus 35 años, el "Chaco" admitió en entrevista con CANCHA que sufre al ver cómo se le consume el tiempo en la búsqueda del campeonato.

"Me entra la nostalgia, no por el hecho de decir que me voy a retirar en cualquier momento sino la nostalgia del club, sucede que los tiempos se acortan y que a mí me hubiese gustado quedarme a vivir en Cruz Azul" explicó Giménez.

"Pero también es cierto de que llevo casi siete años y no he logrado algo que me planteé desde el día que llegué y, en base al resultado, también puede estar mi continuidad".

Al 10 de La Máquina se le termina contrato este diciembre aunque el miércoles reconoció desea seguir en la institución que apostó por él desde el Bicentenario 2010.

El "Chaco" se vistió celeste luego de brillar en el Pachuca, en donde consiguió la Liga en el Clausura 2009, además de dos Copas de Campeones de la Concacaf (2007 y 2008), y una Sudamericana (2006).

Eso mismo quiso construir en el conjunto cementero, en donde ha entregado lo mejor que tiene pero sin el logro esperado.

"Es un club que enamora, mucha gente dice que lo económico y que es un equipo que paga bien, sí, obviamente es un equipo que está entre los que mejor pagan, pero en el caso mío, me enamoró la institución", apuntó.

"La fidelidad, la gente, la lealtad, a mí me hubiese resultado fácil muchas veces, cuando termino golpeado después de cada torneo, decir: doy un paso al costado y me voy a jugar a otro club, con menos presión".

Giménez siempre da la cara, incluso cuando ha errado penaltis o cuando ha perdido la cabeza con el árbitro y el rival.

Los golpes no paran pero resiste. Se sabe querido por una afición que siempre lo apoya. Muchas veces es él quien inicia el carnaval celeste, pero nunca falla para ponerle el pecho a las balas.

"Acá estoy, metiéndole la cara cuando las cosas no se dan, poniendo la cara cuando es más fácil irse por otro lado; quiero un reto importante, quiero quedar en la historia del club", aseguró.

"Hablo con el corazón, a veces uno puede poner el casete y decir un par de cosas pero lo hablo con el corazón, pues está cada vez más cerca el retiro, pero soy feliz en Cruz Azul, sintiendo los colores como debe de ser".

Por eso lloró cuando ganó la Copa MX con La Máquina en el Clausura 2013 y la Concachampions al año siguiente, sólo que el tiempo no perdona y la Liga no llega.