La altitud del Autódromo Hermanos Rodríguez (2 mil 240 metros), donde este fin de semana se disputará el GP de México, obliga a los motores turbo a girar más rápido para producir la misma potencia, según Pirelli, que eligió los mismos compuestos que para el GP de Estados Unidos: blanco medio, amarillo blando y rojo superblando.

Junto con Monza y Bakú, México es uno de los circuitos más rápidos del calendario 2016, según la marca proveedora de neumáticos.

"Sin embargo, los coches llevan más carga aerodinámica que en Monza, compensada en parte por la altitud", precisa.

La curva más célebre de México —la Peraltada— es la que castiga más a los neumáticos.

El año pasado la carrera mexicana se vio afectada por un coche de seguridad en la última fase de carrera que, en la práctica, ofreció a los pilotos una última parada gratis. Nico Rosberg ganó la carrera de 71 vueltas, empezando con el blando y parando para montar el medio en las vueltas 26 y 46.

El ídolo local, Sergio Pérez, paró una sola vez, empezando la carrera con el blando antes de cambiar al medio en la vuelta 18 para acabar octavo, dentro de los puntos.

"Aunque en la práctica el Autódromo Hermanos Rodríguez es un circuito nuevo, aúna perfectamente el pasado y el presente y el público es realmente entusiasta y numeroso. El sector del estadio es uno de los más electrizantes del año", comentó el director de Pirelli Motorsport, Paul Hembery.

"Corrimos aquí el año pasado", añade, "pero es muy probable que la pista haya evolucionado desde entonces. Además, traemos el superblando por primera vez, de modo que será importante evaluar todos estos factores nuevos durante los entrenamientos libres, que podrían llevar a interesantes alternativas a la estrategia a dos paradas que resultó con mucho la opción más popular en 2015".

México es el circuito situado a mayor altitud del año, lo que significa que los motores turbo tienen que girar más rápido para producir la misma potencia. En cambio, eso no influye en la entrega de la potencia eléctrica, según Pirelli.

El año pasado se alcanzaron velocidades punta de 366 km/h en México, que podrían ser aún más elevadas este año.