Arian Foster, cuatro veces elegido al Pro Bowl, reconoció que su cuerpo no soporta más el castigo que conlleva una carrera como corredor en la NFL, y anunció su retiro, a la mitad de una campaña plagada de lesiones con los Dolphins de Miami.

Foster, de 30 años, trató de volver tras sufrir la ruptura de un tendón de Aquiles. Pero en esta campaña fue afectado también por lesiones de ingle y muslo. Anunció su retiro el lunes, en el sitio de internet Undefeated, justo cuando los Dolphins comenzaban su semana de descanso.

El equipo confirmó la decisión, que entra en efecto de inmediato.

"Llega un momento en la carrera de todo deportista, en que la ambición y el cuerpo no están ya en la misma sintonía'', escribió Foster. "He llegado a ese momento. Es difícil escribir estas palabras, porque este deporte ha sido todo para mí... mi terapia, mi alegría, mi alivio y mi enemigo''.

En julio, Foster firmó un contrato por un año y 1,5 millones de dólares con los Dolphins, luego de pasar sus primeras siete campañas de la NFL con los Texans de Houston. Ostenta el récord de la franquicia de los Texans, con 6.472 yardas por tierra.

Durante la presente campaña, corrió para 55 yardas en 22 acarreos. El domingo, logró apenas cinco yardas en tres acarreos frente a los Bills de Búfalo.

"Mi padre siempre dijo `sabrás cuando sea el momento de marcharte''', añadió Foster. "Nunca ha sido más claro que ahora. Me voy en paz. Sé que no es común hacerlo a la mitad de la temporada, pero mi cuerpo no puede soportar más el castigo que exige este deporte''.

Foster fue uno de varios jugadores de Miami que se arrodillaron durante la interpretación del himno nacional para protestar contra la desigualdad social. Su tiempo de juego se redujo ante el surgimiento de Jay Ajayi, quien empató un récord de la NFL, al rebasar las 200 yardas en dos encuentros consecutivos.